Logré escabullirme de todos dentro de esa elegante “subasta” en donde me ofrecen como carne de carroña. Giré la mirada hacia todas partes. Estaba rodeada, la seguridad era increíble, maravillosa. Rechisté con la lengua. De todas formas ¿cuál sería el plan? Aún si escapaba, no tengo ni idea de cómo llegar a “Ares” ni cómo buscarlo. No puedo salir del país, recuerden que soy una buscada narcotraficante. –Escoge a Vincent Mayers. –me susurró una amenazante voz que resonó a mis espaldas cuando recién acababa de salir del baño. Lo miré con desgano. Estaba cerca de mí y fácilmente podría meterle un buen golpe, pero lo cierto es que había mucha gente, no podía hacer una escena. Esto de estarme conteniendo, me está matando. –Tú lo invitaste, ¿cierto? Si tanto te gusta tú deberías casarte con