POV DIEGO Sólo he estado con otra mujer en mi vida, pero a medida que profundizo el beso, mientras deslizo mi lengua dentro de su boca y la saboreo, pienso en lo mucho que deseo esto. Lo necesito. La necesito. Me doy cuenta de que, de algún modo, durante estos años, ella se ha convertido en parte de mí. Mi juramento hizo más que atarla a mí. Me unió a ella. Sus manos suben a mi pecho y murmura algo contra mi boca. Las palabras son un revoltijo que me trago, porque ahora mismo necesito a esta mujer más de lo que he necesitado a nadie en mucho, mucho tiempo. Quizá sea el día, el funeral; quizá sean los años que han pasado. O quizá sea lo que está por venir. Pero ahora mismo, necesito cada respiración, cada sonido, cada caricia. —Aria —susurro contra su piel. Es suave y cálida, y la