CAPÍTULO 8 Si no puedes alcanzar tu propia perfección, ¿cómo puedes esperarla de otros? —Anthropos, La Mente Sana Le tomó a Dev diez minutos despertar a Grgat de su hibernación involuntaria mientras Dunnis y Larramac bajaban a la bodega para desempaquetar las armas. Dev trató primero sacudiendo al voluminoso nativo, y al no obtener resultados, probó dándole unas ligeras bofetadas a un lado de su hocico. Sus párpados reaccionaron en respuesta, hasta que finalmente la miró. Tardó quizás un minuto más para que la conciencia penetrara en su cerebro que todavía estaba vivo, sin compartir con estos extraños la vida después de la muerte en que él creía. “¿Estás bien?” Dev le preguntó a través del traductor. Grgat respondió lenta pero afirmativamente. Trató de estirar los brazos y las pierna