Siglo VIII, era del Oscurantismo, en la extrema oposición a la expansión, divulgación y transmisión del progreso y conocimiento de las clases sociales populares, donde obtiene su máximo auge en la Edad Media. En una época donde Carlo Magno, rey de los francos y Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico junto con la Iglesia, imponían su reinado de dominio. También existía una batalla entre vampiros y licántropos por el poder de la supremacía en el inframundo.
Aquí nace un conflicto milenario entre el señor de los vampiros “Saulot Carver” y el rey de los licántropos “Therion”.
El vampiro Saulot descrito frecuentemente como un hombre amable, “sus ojos como la eternidad”, era hermoso de cabello n***o largo hasta la cintura, su piel pálida y su semblante infringía respeto. Era amo y señor de los vampiros de la primera generación de Caín. Su sabiduría era conocida por toda su estirpe.
Therion era inmenso, sus ojos rojos y amarillos eran como llamas de fuego, su pelaje n***o como las más oscuras noches y su rostro emanaba suprema maldad. Era el rey de los licántropos en la vieja Europa Oriental.
Ambos contendían por obtener la soberanía de ambas razas, centurias enteras han pasado en este mortal conflicto y llegaría la hora de su confrontamiento final.
—¡Al fin te enfrentas conmigo Saulot, ha llegado tu hora! —Therion exclamaba.
—Tu arrogancia te ha hecho perder el juicio Therion, ¡nunca podrás vencerme!—le respondió Saulot con autoridad.
La pelea dio comienzo, Therion fue con violencia con su espada de fuego, quería acabar la batalla lo más pronto posible, sin embargo Saulot esquivó todos sus ataques.
Luego un gran golpe con su brazo derecho tumbó a Saulot al suelo, ahí Therion intentaría clavarle la espada en su corazón, más reaccionó a tiempo y lo esquivó.
El enfrentamiento continuó y el malvado licántropo en el momento de vencer al vampiro, este desesperadamente sacó un anillo muy extraño, y haciendo uso de sus insólitos poderes, finalmente logró vencerlo.
—¡Maldito Saulot, tarde o temprano tu r**a desaparecerá!—Therion después de decir estas palabras pereció.
Melión el hijo de Therion al ver de lejos la derrota de su padre, huyó despavoridamente salvando su vida para esconderse por un largo período, recuperar fuerzas, armar un ejército de licántropos y vengar la muerte de su padre.
—¡No padre!, ¡No!,—se escuchaba desde lejos los gritos de Melión.
—¡Has asesinado a mi padre!—le dijo con una ira inimaginable a Saulot.
—¡Tú también perecerás como tu padre! —el vampiro le contestó con una voz casi agonizante.
Saulot al no poder alcanzar a Melión para destruirlo debido a las graves heridas que tuvo en la pelea con Therion, llamó al vampiro Lestast su leal servidor para darle el anillo y entregase a sus descendientes para cuando llegase la hora, destruyeran a Melión.
—¡Lestast!, toma este anillo guardalo celosamente hasta futuras generaciones y que se haga uso cuando Melión reaparezca, continuando con el legado de su padre para acabar con nuestra r**a —después de decir estas palabras el legendario vampiro expiró.