-¡Por el amor de Dios! ¡Llevamos dos horas caminando y tengo hambre!- grita Carlos.
-No podemos llegar a la ciudad con semejante nave, es por eso que debemos caminar - responde el ruso.
-Me duelen los pies - se queja el mexicano.
-Eres peor que una mujer- dice Darel ganándose varias miradas asesinas de sus compañeras.
-Los hombres son unos bebés - dice Jamie riendo.
-Hace demasiado frío aquí en Rusia, se me congeló hasta la baba- Carlos se abraza a sí mismo.
-Se dice saliva- reprende Micaela.
-Yo hablo como quiero, además tengo hambre- dice Carlos haciendo un puchero.
El equipo sigue caminando, aterrizaron cinco kilómetros antes de la ciudad, el campo los recibe con su suelo nevado, frío crudo y el paisaje totalmente blanco y gélido.
-Sigo con hambre- vuelve a quejarse el mexicano
