—¿Los recién casados no pasarían la mayor parte del tiempo en la cama? —bromeó ella. —No en este viaje, no —respondió él secamente. —Vaya, señor Ronsom, creo que lo he hecho sonrojar —dijo ella dando el golpe final. Pasaron los siguientes días visitando los monumentos destacados de París, que eran muchos. Algunos días conducían, y para variar, algunas veces tomaban los viejos autobuses de antes de la guerra que circulaban por la ciudad. Visitaron la Basílica del Sagrado Corazón, caminaron a lo largo del Sena, y pasaron una o dos horas entretenidos por los artistas callejeros y los dibujantes de Montmartre. Se impresionaron con el Arco del Triunfo y en una visita a la plataforma de observación en la cima de la Torre Eiffel, Grant decidió darle a Nicole una lección improvisada en el arte