Lily abrió los ojos y las intensas oleadas de dolor la golpearon con fuerza. Ella quiso gritar pero no pudo. Un collarín le impedía mover su cuello y sentía que no tenía fuerzas ni para abrir la boca. Fue la primera vez que la niña entendió el término "hasta pestañear duele." Trató de mover su cuerpo y el dolor se intensificó. Karina quien estaba a su lado en ese hospital pudo sentir que Lily temblaba y levantó la cara. "Pequeña no te muevas, ya estás bien..." "Marina!" "Lily despertó!" "Llama al doctor rápido!" Gritó a todo pulmón Karina agarrando de la mano a Lily. "Resiste pequeña, ya estamos aquí, te recuperarás, lo harás, te lo prometo." Lily quería hablar, decir algo. Sin embargo el dolor aumentó, por lo que ella se desmayó. Lily volvió a abrir los ojos y se encontró re