Capítulo 1

1805 Words
Suspiro pesadamente mientras recojo los papeles que se esparcen sobre el escritorio. Esto está cada vez más difícil. Sara me mira desde la esquina con mala cara; no la soporto. Solo por ser hija de la jefa cree que es mejor que todo el mundo. Patética. Yo me siento muy orgullosa de mi. No estoy en mi puesto gracias a que mi mamá me subió de nivel. No. Fue mi esfuerzo y todo lo que he trabajado hasta ahora. Odio a las personas como ella. Personas que no se esfuerzan en alcanzar las cosas porque lo tienen todo. Sara desde que llegué al programa de televisión para noticias me odia, desconozco las razones y tampoco me interesa porque ella y yo no hablamos, pero ella usa la mayor parte del tiempo para tratar de menospreciarme. Lástima que no me interesa lo que piensen sobre mí. Solo cumplo con mi trabajo, es de lo que vivo. No vivo de sus comentarios fuera de órbita e indirectas que entiendo perfectamente. Termino todo lo que tengo que recoger y lo tomo en brazos. Tengo que volver a casa porque ya se está haciendo tarde, solo espero que Ayumi no haya cometido ninguna idiotez con el novio. —Rin—el llamado de Yuka me hace detenerme y mirarla. Yuka es una compañera de trabajo y con la que mejor me llevo. Es amable, aunque bastante sincera y muy animada. Siempre me pregunto de dónde saca tanta energía. —¿Pasa algo?—pregunto con una sonrisa y masajeando un poco mi cuello ya que últimamente estoy muy estresada. —Como hoy es viernes todos vamos a una disco, ¿te apuntas?—miro el lugar donde se encuentran varios de mis compañeros y muerdo mis labios sin querer. Un error que nunca cometo, pero que con Hiten sí; acostarme con él. Hiten Minami es uno de mis compañeros del programa, un día salimos a un bar para celebrar que me habían ascendido. Las cosas se salieron de control y termine con él en un baño del bar. Nada bonito ¿cierto? El problema es que él cree que tenemos una conexión luego de eso y ha intentado de todo para que le acepte una cita. Él es guapo y muy divertido, pero no es el tipo de hombre por el cual enloquezco. No niego que es guapo y el sexo con él fue bueno. Pero no me gusta ligar el trabajo con mi vida personal, trato de siempre evitarlo por todos los medios. Aunque siempre lo evito Hiten no se da por vencido y por la determinación que sus ojos mantienen sobre mí, me doy cuenta que hoy tampoco piensa ceder a la estúpida idea de él y yo juntos. —Bueno es No encuentro palabras para decirle a Yuka que evito a Hiten cuando ella no sabe que él y yo nos enrollamos. —Anda, están inaugurando ese nuevo sitio, debe de ser genial—le sonrío un poco y asiento. —Creo que necesito quitarme le estrés que llevo acumulado—ella levanta el pulgar en señal de que está de acuerdo conmigo y le doy una sonrisa de boca cerrada mientras ambas caminamos hacia el grupo que nos espera. —Así que la princesa del programa nos acompaña—murmura Hiten sin contener la alegría de que sea así. —Espero las distancias—comento de manera distraída. Lástima que no pretendo que su cuerpo me toque de manera s****l ni cariñosa. Él es como la clase de hombres que se apegan como un chicle molesto y por más que tú seas sincero con ellos no aceptan un no. Es un verdadero fastidio. En el camino evito por todos los medios hasta tener una conversación con él. Miro por la ventana y me doy cuenta que llevo tres meses sin recibir atención masculina. Puede que esta noche me enrolle a un chico guapo que NO sea Hiten. Al llegar entramos y nos ubicamos en las mesas nos corresponde. La pista de baile está impregnada de personas que disfrutan que hoy es viernes y tendrán un fin de semana lejos de estudios y trabajos molestos. A pesar que amo mi trabajo, llega un momento en el que a veces es demasiado fastidioso. —¡Vamos a beber!—grita feliz Yuka. —¡A beber!—gritamos todos con una sonrisa. Esperamos que traigan las bebidas y luego todos tomamos la copa y bebemos el líquido hasta el fondo. Me doy golpecitos de felicitaciones en la espalda mentalmente ya que no soy el tipo de chica que no aguanta una copa. Beber se me da bien ya no me embriago de inmediato. —Voy a bailar—digo cuando ya el alcohol hace efecto en mí. —Te acompaño—dice Yuka un poco chispeante a mi parecer. Alguien aquí es mala bebedora. Nos ubicamos en la pista y movemos nuestros cuerpos de manera sensual. No sé cuánto tiempo pasa, pero me gusta moverme y sentirme libre. Una mirada pesada cae sobre mí, pero es difícil distinguir de quién es ya que la multitud danza por todos lados. Mis ojos escanean el lugar en buscan del culpable, pero es en vano. Una suave respiración se posa en mi oreja enviando extraños, pero exquisitas corrientes eléctricas por todo mi cuerpo haciendo que se erice en el proceso. —Sigue bailando—una voz orgásmica se escucha en mi oído y muerdo mis labios. Esto es muy excitante. Sin decir ninguna palabra me muevo al compás del sujeto que abraza mi cintura con sus fuertes brazos haciendo que sienta a su amigo despierto. Por curiosidad me doy vuelta y mis labios se abren de par en par. Agrando mis ojos viendo como dios de seguro envió a su ángel más bello para que yo me corra con solo mirarlo. Un tipo con los ojos más inusuales que he podido ver en toda mi vida, juro que nunca había visto esos penetrantes ojos dorados que brillan por la luz del lugar. Sus labios entreabiertos en una pequeña sonrisa que me deja fantaseando por más. Dios mío, como podría utilizar esa boca Lo imagino con sus labios rodeando mi piel, lamiendo y luego levemente succionando hasta dejar una marca que me recuerde que fue real y no solo una fantasía pretenciosa. Lo desnudo mentalmente ya que se ve que mantiene su cuerpo en forma por la manera en que la tela ajusta su piel. —¿Quién eres?—pregunto moviéndome de manera insinuante y el chico aprieta de manera peligrosa mi cintura. —Solo soy una persona a la cual se lo levantaste con solo bailar—susurra con esa voz saca orgasmo que tiene. —Que directo—le respondo lamiendo su cuello y siguiéndome moviendo. —No sabe cuánto, como que ahora imagino esos bonitos labios que tienes rodeando mi polla y succionándola—otro torrente de sensaciones me invade y muerdo mis labios—apuesto a que estas caliente y quieres que sea yo quien te chupe y te haga gritar de placer—su lengua lame el lóbulo de mi oreja y cierro los ojos. Se siente bien. —Creo que hablas mucho y haces poco—lo siento reír en mi oreja. —Vamos—doy una mirada rápida y Yuka está besando a un chico que no conozco. Me pierdo entre las personas con el chico misterioso ya que no me ha dicho nombre. Me sorprende llevándome a la zona VIP donde solo hay unas cuantas personas, pero el continua hasta la terraza donde solo una cortina separa a todos de nosotros. Su cara se entierra en mi cuello en silencio y mi respiración se convierte en caótica. Joder, cierro los ojos cuando besa mi cuello mientras aprieta mis pechos por encima de la ropa. Él sigue bajando los besos y lo veo subir mi vestido hasta cintura. La adrenalina de que alguien nos encuentre en tan excitante momento me pone a mil y siento la humedad en mi parte más íntima. —No estas borracha ¿verdad?—lo oigo preguntar y bajo la mirada encontrándolo de rodillas mirándome fijamente con una sonrisa relajada que me hace juntar las piernas. Es demasiado sensual para mi propio bien. —No—respondo lamiendo mis labios. —Esto será divertido—sus dedos me tocan por encima del encaje de ropa interior y muerdo mis labios respirando hondo—mojada, muy mojada—susurra despacio. Rompe el encaje y pronto solo veo su cara enterrada entre mis piernas y muerdo mis manos para no gemir tan alto que todos en la disco me escuchen. —¡Dios mio!—gimo sin contenerme. El chico que aún no me dice su nombre me está chupando de una manera tan potente que siento que me puedo correr en cualquier momento. Mis manos sujetan su cabellera plateada con fuerza para acercándolo más, miro hacia el cielo oscuro quien es testigo de los acontecimientos en esta terraza. Dios mío. —No te controles—susurra y un cosquilleo me llega por todo el cuerpo. —Esto... dios... no aguantaré. Palabras sin coherencias son las que me invaden, mis pensamientos solo se centran en el hombre que esta de rodillas haciendo que toque el cielo solo con su lengua. Uno de sus dedos se adentra de sorpresa en mi interior y me corro tan fuerte que el sujeta mi cintura para que no caiga al suelo mientras se bebe todo de mí. Respiro agitadamente cuando veo que se levanta y lame sus labios húmedos. —Deliciosa—muerdo mis labios viendo como me sonríe—¿ya no soy sólo palabras?—pregunta guiñándome un ojo. Esa sonrisa podría convertirse en un pecado para mi Solo nos miramos mientras yo me recompongo de un glorioso orgasmo y él simplemente me mira y lo más extraño es que no parece un psicópata, solo un chico guapo al cual le atraigo y quiere follar conmigo. Un teléfono suena haciendo que ambos reaccionemos. Es el de él. —¿Qué quieres?—pregunta mientras juguetea con su labio inferior y mis pensamientos se concentran en esta acción—ocupado—no dejo de mirar como lo muerde y lo hace rodar—¿enserio? Bien voy para allá—cuelga y se acerca hasta mí, entierra su cara en mi cuello y succiona fuerte—tendré que irme, espero vernos pronto—se aleja y me deja siendo un caos. Ningún hombre me ha dominado mientras que él me ha hecho sentir una sumisa por un momento, todo lo que mi cuerpo en este momento llama es a él, lo quería entre mis piernas. Sonrío como tonta mirando mi encaje hecho trizas en el suelo, creo que ya debo volver con todos.
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