17: "Enamorado"

2991 Words
Él creía estar todavía a tiempo de recuperar a Jiminnie, pero con cada día que pasaba aquella esperanza desaparecía de a poco. No hubieron días donde no se arrepintiera de lo que había hecho, fue y será la equivocación más grande que haya cometido en su corta vida. Un suspiro escapó de sus labios mientras peinaba amargamente sus cabellos hacia atrás. Tal vez hubiera sido mejor idea no asistir hoy a clases, tal vez todavía necesitaba mucho más tiempo a solas para procesar aquellas dolorosas palabras que había escuchado ayer por la tarde... Pero tal vez necesitaba sacarse la ira acumulada. Aprender de los errores y mala decisiones, eh?. Los seres humanos solían ser insistentes en no aprender con facilidad esos dos simples caminos. Chanyeol era un chico complicado y un poco demasiado insistente... Con la amargura burbujeando en su interior él azotó la puerta de su casillero, cambiando ahora el rumbo de su camino, puesto que en el estado en el que se encontraba era buena idea no ingresar al aula, él no quería crear problemas con sus compañeros y mucho menos con el profesor a cargo. A pasos lentos y sin rumbo fijo pudo dar con la persona que justamente tenía ganas de golpear, con ojos filosos y mandíbula tensa observó al actual novio de su Jiminnie. Min Yoongi estaba demasiado relajado apoyado en el árbol del jardín de la entrada. Acercándose a Yoongi su mente se puso en su contra, algunas de las palabras dolorosas que Jiminnie le había dicho empezaron a repetirse logrando que su ira ya sentida incrementará, porque algo tenían en claro Chanyeol; Su Jiminnie claramente estaba siendo manipulado o extorsionado u obligado por Min. —"Lo siento, Chanyeol"—. Sus manos formaron puños firmes. —"Pero lo nuestro solo puede quedar en una amistad..."—. Abrió la puerta con fuerza y caminó directo hacia Min. —"A mi Yoongi, él... a mi..."—. Se detuvo frente a Yoongi, mirándolo desde arriba, bufando al ver que aquel aparato de música le pertenecía a su ex chico. —"A mi Yoongi me gusta"— Enamorado. Chanyeol no pudo tragarse su latente furia y, no pensó demasiado en propinarle una patada a la pierna Yoongi, un golpe débil solo para lograr despertarlo. ¿Cómo su dulce Jiminnie podía estar enamorado de alguien como Yoongi?. Él era mucho mejor que aquel pálido sin humor. No, no lo era. Yoongi fue lento en abrir sus ojos y en levantar la mirada, y cuando dio con la persona responsable de su despertar no tardó nada en examinarlo detenidamente. Estaba claro que el chico buscaba problemas, y bien, él estaba dispuesto a dárselos pero su buena memoria le hizo recordar -"Una pelea más y estás entre quedar suspendido o expulsado de esta escuela"- Esas habían sido las palabras del director, aunque Yoongi no estaba seguro de si tomarlas de manera seria o no, pues el hombre a cargo de la escuela no lo era... Un chasquido lo hizo volver. —Se lo que estás haciendo— Chanyeol gruñó. Yoongi con cansancio y a movimientos letárgicos se retiró los auriculares y se puso de pie, y lo único a favor de aquel chico Yeol era su altura. Yoongi sonrió ladino hacia él. —¿Y qué es exactamente lo que estoy haciendo?— No estaba siendo serio, solo estaba algo cansado. Chanyeol dio un paso más, totalmente amenazador.. al menos él lo creía así, —Es un poco obvio que estas obligando a Jimin para que esté contigo— Arrugas empezaron a hacerse visible en medio de las cejas de Yoongi. O aquel chico estaba siendo muy estúpido, o estaba siendo muy estúpido. Chanyeol lo estaba siendo totalmente. —Vamos, admítelo, lo estas obligando a estar contigo. Es la única explicación a todo, a lo que tienen. ¡Habla!— Se podría decir que él además de tratar de conseguir una respuesta, quería provocarlo, hacerle estallar en enojo pues sabía muy bien el que una riña más y adiós Min Yoongi de la escuela. Chanyeol no era mejor que Yoongi, era igual o peor. ¡Pero! Yoongi ahora tenía a Jimin... —¿Chanyeol?—. Jimin hizo acto de presencia con manos ocupadas. Yoongi decidió no seguirle el juego al chico fideo. —Traes más postres de lo que deberias— Yoongi vió la bandeja en manos de su "novio". Apegándose a él. Jimin le dio una mirada nerviosa a Chanyeol para luego llevar su atención a Min —El cocinero me dio un postre extra— Sonrió contento por la amabilidad del cocinero. —¿No hay persona que no enamores?— Él realmente quiso morderse tan fuerte la lengua, tanto como para partirla. ¿¡Qué estupidez había dicho!?. Apartó la mirada al estar Jimin por hablar, por supuesto iba a ignorar totalmente el momento —¿Por qué todavía estás ahí? Largo, estamos en algo aquí— Duro y firme. Chanyeol tenían un buen par de oídos, pero no quiso creerlo, no aún —No me cruzaré los brazos, Min— Pasando por su lado gruño en tonos bajos, pero fue totalmente diferente al despedirse de Jiminnie —Nos estamos viendo Jiminnie— Una sonrisa hermosa y se adentro nuevamente en la escuela, su sonrisa brillante desapareció por completo. Jimin no era un experto en ver mucho más allá en donde sus ojos mirasen, pero la tensión había sido tan inmensa que no pudo no percatarse de aquello, él no se quedó callado —¿Paso algo con Chanyeol?— él sabía que si. Yoongi en mueca negó con un ligero movimiento de cabeza, restándole al asunto toda gran importancia. No lo valía la pena realmente, algo dentro suyo le decía que así era. —Tengo hambre— Jimin asintió poco convencido, nada, y camino junto a Yoongi. Ahora ambos estaban sentados al lado del gran árbol, perdiéndose de las clases cosa que a Park mucha gracia no le hacía, pero Yoongi pudo convencerlo además le aseguro que lo harían solo por hoy. Jimin no se resistió mucho tampoco. —Ese cocinero sabe lo que hace— Comentó Yoongi al degustar el pan al vapor. —Él cocina muy bien— Sonrió Jimin llevándose a la boca otro bocado de crema de maní. Mirándolo degustar el postre se quedó en blanco, en las nubes mejor dicho; No iba a hacer como si nada estuviera pasando o como si no sintiera nada en lo absoluto, como si el latir de su corazón no fuera una clara señal de algo, pues este ya desde hace unos días su corazón bombeaba de manera extraña y ruidosa. De todas formas no iba a llegar a ese grado de infantilismo, y alterarse por algo así tampoco estaba en su mente, no se lo permitió. Era hora de hablar, de terminar con el jueguito o plancito en el que se encontraban envueltos. Hora de hablar... Abrió la boca con ese fin, pero metió más comida en ella. Vamos, tenía que hacerlo. —... Park- —¿Te gustó la música?— Jimin rió un poquito imaginándose la respuesta contraria. Él lo interrumpió e hizo una pregunta, no podía dejarlo sin una respuesta, su charla seria podía esperar. —Apestan— El niño miró indignado —No es así, ellos son buenos— Una mirada mordaz —Me gustaría cantar como ellos, pero soy malo tanto en el canto como en el baile— Frunció sus labios mirando las migas de bizcochuelo en su bandeja —Soy malo en todo—mostró una sonrisa avergonzada. Oh.. Yoongi no quiso escucharlo más —¿No hablas en serio, verdad?— Sintió como si el niño quisiera burlarse de él, porque vamos, Jimin tenía muchas habilidades —No me hagas golpearte, Park— Una amenaza sin dureza en su voz, más bien divertida fue la que hizo. Jimin negó sin saber qué decir, ¿qué tenía él para presumir? —Pero realmente...- —No voy a negar que eres malo en el canto y el baile, o en alguna actividad física— Pues él había presenciado aquel momento donde Jimin se encontraba cantando y bailando en la entrada de la escuela, esperándolo a él. —Pero tienes otras cualidades mejores—. El pequeño se vio curioso. —Las cuales no pienso decírtelas— Sus labios trazaron una curva en sonrisa, los pucheros del menor eran graciosos y... —Termina de comer, hoy daremos un paseo en motocicleta— ¿Para que oponerse o patalear?, ahora él quería ir con Yoongi y poco importaba ahora su miedo a la velocidad del vehículo. Jimin asintió contento, y ahí estaba de nuevo; Un latido extraño y un Min Yoongi brillante ante sus ojos. Eso no había sido parte del plan. ...En picnic improvisado y pobre había llegado a su fin, y bien, Yoongi llevaría a cabo sus planes. Un día en motocicleta era estupendo; ¿No el sol estaba poco brillante siendo cómodo? ¿No el clima estaba ajustado a la perfección? Además... Min Yoongi tenía una no tan pequeña necesidad de estar mucho más tiempo a solas con el pequeño koala. No pudo no evitar pensar el que estaba siendo un poco idiotizado por el menor. Gruñó por lo bajo y lo miró desde arriba. Jimin ya estaba envuelto en él, aferrándose fuertemente contra su pecho. —No lo puedo creer— Suspiró a ceño fruncido, enojado y conflictivo con sigo mismo. ¿Realmente había caído enamorado o se trataba de algun otro sentimiento de cariño? Uh.. ¿un hermano menor? —Que estúpido— Rápidamente descartó ese pensamiento. Jimin elevó la cabeza y preguntó sin timidez —¿Ocurre algo?— —Nada importante, ¿listo?— ¿Ahora preguntaba? Diablos, estaba algo realmente mal en él. Gruñó de nuevo. El menor asintió sobre el pecho contrario, tal cual como un pequeño minino acariciándose a su dueño. Solo faltaba el ronroneo y Yoongi podía sentirse plenamente en las nubes, y Jimin no estaba tan lejos de pensar lo mismo. La motocicleta no arranco, se tomaron un momento para apreciar el cariño inconscientemente mutuo. El timbre se había hecho escuchar, pero claro ellos estaban en otra parte, algo así como en su propia burbuja. Eran lindos de ver, pero también de envidiar. Unos cuantos suspiros se escucharon, algunas chicas refunfuñando el que Min Yoongi ya tenga alguien en su vida, y algunos chicos suspirando tanto por Yoongi como por Jimin. Chanyeol solo decidió apartar la mirada lejos de ellos, dando con el que ahora era el mejor amigo de Jiminnie; Su mirada fue fija y sus pensamientos tomaron un rumbo equivoco, el cual rápidamente se negó a seguir. No sería un bastardo de nuevo, usar al chico Seokjin sería la segunda idiotez más grande que haya hecho. Además, él sabía que con ese chico nada se podía lograr; Seokjin... el chico era peligroso. —Él resultó ser mejor que Namjoon...— Un sonrisa melancólica y apartó su vista de su mejor amigo y su "pareja". ¿Envidia? Claro, ¿por qué no tenerla? Él quería a alguien tan idiota como Yoongi en su vida, pero lamentablemente a la persona que quería resultaba ser el candidato perfecto para ocupar el puesto de idiota, él lo era demasiado. Él era imposible. Una llamada de Jaebum fue lo que lo interrumpió, una sonrisa volvió a posarse en sus labios y se animó un poco más. Atendiendo la llamada sus ojos dieron con la persona que trataba de borrar de su mente, Kim Namjoon iba a las risas caminando con un grupo de chicos y chicas. —¿Seokjin?— Jin negó con la cabeza apretándole su atención al chico de la otra línea —S-si, hoy podemos ir a tu casa, pero- —Lo se, no te preocupes, solo pasaremos un agradable momento viendo alguna película y comiendo tu comida favorita. Lo tengo todo preparado— Él no mentía, no era un chico de mentiras o de palabras poco sinceras. Seokjin sonrió pero no le quito ese sentimiento triste, un gran chico como Jaebum necesitaba de alguien mucho mejor que él, pero todavía era tiempo de cambia ¿verdad?. Lo intentaría al menos. Un tiempo más de charla y la llamada finalizó con cita planeada. Guardando el aparato, Jin camino hacia donde se encontraba ahora solo Namjoon, al parecer su hamburguesa no era de carne y estaba haciendo el reclamo en tonos poco bajos, aun así nadie le prestaba atención pues el comedor era muy bullicioso y los estudiantes tenían mejores cosas que hacer que observar un tonto reclamo. Seokjin era el único que le sonreía por dentro, Namjoon haciendo un alboroto por una hamburguesa vegana, vaya gracia. —Tenemos que hablar— Por fin le dijo. Namjoon dejó de fulminar con su mirada al cocinero para hacerlo con Jin, una mirada de odio sin motivos, o con motivos sin fundamentos. —¿Y de qué tenemos que hablar?— Su voz salió ruda. Jin puso los ojos en blanco antes de responderle —¿Se te olvido la tarea de literatura? No respondas, se que sí. De igual de todas formas, ya la termine y tampoco te preocupes, puse tu nombre aunque no hayas colaborado en nada— ¿Fastidiado? Claro. Namjoon se encogió de hombros y se giró a recibir su hamburguesa —Bien— Le dio una respuesta vaga a Seokjin ya mirándolo ahora —No deberias de estar molesto conmigo, después de todo no te pedí que lo hagas— —Pero lo ibas a hacer— Namjoon sonrió ladino —Tienes razón, pero no lo hice. Ahora, fuera de mi camino—. Seokjin apenas y se movió por lo tanto sintió el brazo de Namjoon empujándolo. Imposible. ... Jimin estaba seguro de ciertas cosas, la primera era que el cielo que ahora se mostraba gris dejaría caer gotas de agua en cualquier momento; Lo segundo era que no quería soltarse del cuerpo de Yoongi por más que este le este diciendo que lo hiciera; Y la tercera era que estaba consiente que el latir rápido de su corazón era a causa de un sentimiento cálido y cariñoso. ¿Él no podía estar enamorado, verdad?. Refunfuñó en el pecho contrario al darse cuenta de que su tonta idea había sido eso, tonta. No salio como tenia planeado, pues tuvo a Chanyeol a sus pies ¿y qué había hecho él? Le dio una gran patada lejos de su vida sentimental. ¿Y por qué lo había hecho?... Miró hacia arriba y dio con la mirada gatuna del pelinegro. Rayos, Min Yoongi era una pintura con el fondo del atardecer gris, era eso o ya estaba realmente afectado por el cálido sentimiento flotante. —Estoy a nada de tirarte lejos— Amenazó nuevamente poco serio, perdiendo la cuenta de la cantidad de minutos donde estuvo tratando de hacer que el niño lo soltara o se moviera un poco. Logró lo contrario —Oh vamos, terminarás asfixiandome, Park— —Está por llover, tengo frío y hambre. Deberíamos volver a casa— Park habló, siendo el abdomen contrario el que recibiera el calor de su aliento. Yoongi rió un poco, ellos siquiera y habían bajado de la motocicleta desde que dejaron la escuela. Solo anduvieron dando vueltas, bueno, Yoongi lo estuvo haciendo y sin rumbo fijo. Con un suspiro le dio la razón a Jimin, el día agradable se puso fastidioso y se nubló por completo; Una pronta lluvia se avecinaba y el frío también era otra señal. Sus manos se movieron hacia los manubrios de su motocicleta, era hora de volver aunque muy lejos de casa no estaban. Quiso poner en marcha la moto, pero se detuvo al ver a una persona pasar de manera calmada del otro lado de la calle. Su boca mostró mueca al levantarse su labio como si fuera algun perro rabioso defendiendo lo que es suyo. Chanyeol era un chico terriblemente cabeza dura. Volvió a soltar los manubrios e hizo lo menos pensado, llamó la atención del menor dejando caer sus manos frías en su pequeña y suave cintura. Demasiada confusión para su mente. Nuevamente unos labios suaves tocaban los suyos que se encontraban ligeramente secos, no paso mucho en donde sus labios prontamente encontraron la humedad contraria. Yoongi fue tan o igual de lento que Jimin, ninguno lo había esperado, la confianza aun era inexistente y la timidez era prácticamente palpable. Un acto puro. Un beso no pensado era lo que se estaba dando, pero aun así ninguno tuvo la necesidad o fuerza necesaria para echarse atrás, solo bastaba un simple movimiento y ellos estarían separado nuevamente, pero no ocurrió y no ocurriría al menos por unos minutos largos. El sentimiento estaba ahí, instalándose cómodamente en ambos. Era agradable y reconfortante. Era caliente y cálido. Demasiado sentido como para olvidar. Pisando algodón de azúcar Jimin movió sus brazos hasta poder atarse alrededor del cuello de Yoongi, estaba de más decir que el espacio entre ellos se redujo a nada, nadie más cabía entre ellos y nadie más era bien venido. Yoongi por su parte se animó a envolver en sus brazos la cintura de Jimin con más firmeza y posesividad. Acciones diferentes, brazos posesivos y un beso siendo suave y nada rudo, solo enamorado. La lluvia no dio aviso, las gotas cayeron como balde de agua fría, violento y sin compasión. Y Yoongi era como un felino al cual no le agradaba estar empapado, estúpida lluvia y su interrupción inapropiada. Alejándose solo un poco observo el rostro el menor, mejillas sonrojadas, ojos vidriosos y unos labios sensibles y rosados. Diablos, no siente frío para nada. —Nos besamos...— Jimin murmuró llevando una de sus manos hacia sus labios sensibles y esponjosos. —Nos besamos de nuevo.. ¿por qu- El sonido de una bocina le hizo perder concentración, del otro lado de la calle se encontraba Chanyeol observando bajo la lluvia. Oh... encontró ahí su respuesta; Había sido por él. Con una sonrisa triste y un frío recorriendo su cuerpo de pronto pudo entender. Era por Chanyeol. Yoongi no pudo notar la decepción del menor, aún ido por lo ocurrido y la alegría en donde se encontraba sumergido no le dejaba ver el entero panorama. Ubicando sus manos nuevamente en los manubrios al fin le dio arranque a la motocicleta, e hizo caso omiso al tacto sin fuerza del niño. Na fue hasta que llegaron a casa de los Min que Yoongi pudo notar cierta distancia, lo molesto, o mejor dicho lo hirió. ¿Se trataba por el beso? ¿No había sido bueno? ¿Poco agradable?... ¿No había sentimiento compartido?. Duras preguntas que no quería realizarse, pero estas simplemente surgían cruelmente. —Debería irme a casa— Jimin habló bajito, tan bajito que sonó lastimado. —Está lloviendo— Yoongi dijo para retenerlo —No sería buena idea salir ahora— realmente quería retenerlo. Y Jimin tuvo ganas enormes de disculparse por todo, el que estaba confundido era él; Llevando sus sentimientos a la persona equivocada, Yoongi solo había sido amable en ayudarle y él ¿qué hizo él? Enamorarse como un tonto. Yoongi solo lo estaba ayudando. Ambos, equivocados...
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