When you visit our website, if you give your consent, we will use cookies to allow us to collect data for aggregated statistics to improve our service and remember your choice for future visits. Cookie Policy & Privacy Policy
Dear Reader, we use the permissions associated with cookies to keep our website running smoothly and to provide you with personalized content that better meets your needs and ensure the best reading experience. At any time, you can change your permissions for the cookie settings below.
If you would like to learn more about our Cookie, you can click on Privacy Policy.
Le escribí hace una hora a Gabriel para que viniera por mí, desde ayer estoy un poco preocupada vamos a cenar en su casa; menos mal que me dijo que su nana va a estar y más valen que esté porque si no le pongo un plato en la cabeza, no quiero estar a solas con él, me angustia. - Hija llevas pegada a ese espejo desde que llegamos, te ves bien. - ¿De verdad no te molesta que vaya a cenar con él? - no suelo salir en las noches a menos que sea con mis amigos y menos un domingo, pero cuando le dije a mi madre que me invitaron a cenar hoy se alegró eso no me lo esperaba. - No, ya te dije, es más deberías invitarlo a subir para que lo conozca. - ni loca, no estoy tan preocupada para eso. - No mamá si no lo quiero espantar todavía vas a empezar con tu interrogatorio y me lo vas a asustar, pero