Me quería volver loco, quiere acabar conmigo, es como una bomba que te explota, pero no sabes cuándo ni cómo, es desesperante. Ella me deja sin defensa, confundido, irritado, desconcertado y ahora excitado, la odio; la odio por dejarme así, por tenerme así. Una vez más voy a tener que masturbarme pensando en ella, lo peor es que ahora sé cómo se siente su piel tan suave, tersa, sabor de esos labios que ahora son mi mayor vicio. Maldita sea, no sabía en qué demonio todo se vino abajo, en la cena parecía feliz, le había gustado el sitio, Erick se destacó con la comida, estaba deslumbrada se notaba que no había estado en un lugar así y ella sé vía toda una diosa, con un pantalón azul oscuro, blusa rosada con mangas y de botones, un escote que asomaba parte de su pecho, su cabello esta vez o