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Llego a mi departamento, aún tengo una sonrisa pintada en el rostro, entro a mi habitación y enciendo la luz, Rebeca está sentada en la cama, me mira y sonríe, recuerdo todas las idioteces que le dijo a Angeles y la furia comienza a ponderarse de mi — ¿Qué demonios haces aquí? – digo con furia, Rebeca se acerca a mí y me rodea con sus brazos, me besa pero no le correspondo, me zafo de su agarre y me separo de ella —Te pregunte ¿qué demonios haces aquí? – digo aun con rabia, ella me mira con lujuria —Alex no quiero pelear, solo quiero que me hagas el amor – dice y se vuelve a acerca pero me alejo de su alcance —Rebeca vete – digo con fastidio, y me mira enojada —Alex, no me importa si quieres revolcarte con esa niñita, yo sé que soy la única mujer que tú necesitas, si quieres divertir