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Solo una oportunidad —Ella no es mi novia, Rebeca y yo no somos nada –digo con tono seco, Angeles no dice nada pero puedo ver un destello en sus hermosos ojos —Ahh, como sea, no quiero tener problemas con ella ni con nadie más, solo quiero trabajar tranquila Sr. Cantú – dice y sé que está más relajada, eso me tranquiliza —Deja de llamarme Sr. Cantú – digo irritado —Lo siento, Joven Alex –dice con sarcasmo, y ruedo los ojos, a veces puede ser muy necia —Es usted muy terca Srta. Bracamontes – digo y sonrío, ella también lo hace pero después se detiene —Sr. Cantú, tengo que irme – dice y se trata de levantar pero la detengo, ella me mira desconcertada —De verdad no sé qué pretende, pero no soy juguete de nadie, puede que no tenga dinero, que sea pobre, no tenga clase y no use rop