Los demonios también se enamoran.

Prólogo.

Según las malas lenguas de los historiadores por cada niño de mal corazón nace un demonio, ¿Qué de cierto es?, nada de cierto tiene.

Los demonios fuimos Ángeles del altísimo, pero fuimos corrompidos o más bien nosotros nos corrompimos por querer tener mujeres, por enseñarle a los humanos la magia, el arte de la guerra, engañar, etc.

Yo existo desde que todo fue creado yo era él ángel favorito del todo poderoso y mano derecha, pero me deje llevar por la avaricia y la ambición de poder, quise convertirme en alguien más poderoso que él, por ese acto fui desterrado de lo alto y condenado a vivir con los terrestres, grande fue mi enojo que ahora lo único que hago es provocar sufrimiento a los humanos y todo lo exista en este planeta, me enorgullece hacer eso pues si, soy un ser oscuro que se complace hacer el mal que creían que tengo remordimiento pues no.

Después de ser desterrado me convertí en el rey del infierno como lo llaman los humanos, para mi es el inframundo, todo demonio me obedece solo a mi.

He vagado por milenios en este mundo buscando un algo que complemente mi existencia y con ello herí a muchas mujeres haciéndoles creer que eran importante en mi vida claro en la forma humana que tomara.

¡El arte de engañar es lo nuestro!.

Hemos querido procrear con las demás especies, pero ninguno a podido, solo podemos tener crías con nuestra propia especie, nuestro gen esta corrompido por el mal, durante siglos hemos intentado con toda las especies que existen pero ninguno a podido tener descendencia.

Cuando estuve a punto de rendirme la conocí a ella esa chica tan hermosa de ojos color café casi llegando a miel, quede enamorado de ella al instante que nuestras miradas se conectaron. ¿Pero como? los demonios no se enamoran o ¿si?, Ella se convirtió en mi mundo en mi todo, quise alejarme de ella más era inevitable estar sin ella, no había ningún segundo que no pensara en ella.

Dude en acercarme, ella era una humana, pero no estaba dispuesto a dejársela a nadie ella tenía que ser mía a como diera lugar, no se la iba dejar a un humano, o a un licántropo, o peor aún a un vampiro, no ella era mía la se duje de mil maneras pero era la primera que se resistía a mis encantos, hice de todo para poder tener su corazón aunque después de usarla la dejaría.

No podíamos estar juntos por más que así lo quisiéramos, por el simple hecho de que yo soy un demonio y ella una humana, yo seguiré existiendo y ella dejaría de existir.

Pero a veces el destino se encarga de darte lecciones de vida aunque sea un ser oscuro como yo.

Y con ello me condeno al amor por una humana no se como sucedió pero así fue, quede locamente enamorado de esa chica.

Tercer libro de la saga Rechazada y Aceptada.

Los padres de nuestra querida demonía.