Capítulo 4.

2090 Words
—Gracias, pero no debiste molestarte... No me gustan los narcisos—. Digo lo más seria posible, el arreglo es hermoso pero no quiero nada de él y mucho menos si es un desconocido, se que las flores no tienen culpa de nada pero debo rechazarlas si no se creerá cosas que no son. —Ten seguramente hay alguien más que si las adoré—. Estrelló el ramo de flores en su pecho, su cara es de confusión digna de un retrato. Espero y Esther no habrá su boca. —Em pero que dices si son tus flores favoritas—. Y ya metió la pata. Él sonríe de oreja a oreja. —Lo ves no eres más que una mentirosa—. —Como crees ya los narcisos no me gustan me dan comezón—. Digo asesinando con la mirada a Esther. —Adiós—. Le sonrió al idiota y me meto dentro de la facultad. Entro al salón de clases y me siento en mi puesto y si tengo una gran sonrisa de victoria en mi rostro, quien se cree él. Las clases pasan como siempre una tras otra hasta que me toca mi descanso y voy a la cafetería. —Em por que le hiciste ese desplante a ese chico, fue un gesto muy lindo además que los narcisos son tus flores favoritas—. —No quiero nada de ningún extraño—. —A mi no me pareció un extraño—. —Para ti no pero para mi si—. Me dedicó a comer mi sándwich de pollo y jugó. Al terminar no me despido de nadie estoy cabreada de escuchar tantas tonterías del arreglo floral. A la hora de la salida busco con la mirada a Esther pero no la veo así que decido esperarla afuera. —Sabia que te encontraría aquí—. Solo escuchar su voz hace que me hierva la sangre. —¿Qué es lo que pretendes deja de acosarme quieres estoy harta de ti donde sea te me apareces—. Lo miro enojada. —Solo traje chocolates—. Muestra una caja de chocolates de la mejor marca del país, se me agua la boca de solo sentir el olor. —No caigas Em quien sabe si están envenenados—. Me digo mentalmente. —Se fuerte por más que sea tu debilidad—. —Me despreciara también los chocolates—. —Temo que si... Como sea que te llames los chocolates engordan—. Mi estómago gruñe, estúpido traidor. Y la verdad este hombre tiene dos semanas acosando me y aún no se su nombre. —Me presento soy Daimon—. Me extiende la mano. —Y tu como te llamas—. Miro su mano y luego a él. —Eso no importa te pido que dejes de acosarme—. —¿Por qué es divertido además me gusta estar a tu lado—. Algunas chicas que pasan por donde estamos se lo comen con la mirada y él ni corto ni perezoso les sonríe coqueto. —Si tanto deseas estar con ellas ve tras ellas—. —No te molesta—. —Y por que ha de molestarme—. —No lo sé tal vez porque te gusto—. —No eres más que un fanfarrón además no eres mi tipo de hombre—. —Me encanta verte así, y que me dices no probaras ninguno de estos bombones están deliciosos—. —No gracias—. Por que estuvo que llegar con esta gran tentación. —Aah que delicia Em piensas despreciarlo son tus favoritos, estoy segura que tienes la boca vuelta agua—. No es que la voy ahorcar por ser tan metida. —Sabia que eran tus favoritos—. —¿Como?—. Pregunto intrigada. —Un pajarito me lo dijo—. —Me imagino—. Miro a Esther. —Tómalos Em se ven deliciosos—. —No quiero ser envenenada acaso conoces a ese tipo—. —No pero se que se llama Daimon Dya—. La miro perpleja. —Si él se presentó conmigo ya que tu pues lo tratas así—. —Tengo mis razones—. Doy unos pasos y regreso, le arrebató la caja de bombones y lo miro. —Hay de ti si tienen algo, antes de comerlos voy a dejar una nota de quien me los dio—. —Esta bien te veo mañana—. Dice el muy arrogante. Vuelvo a caminar tomó uno de los chocolates y cierro mis ojos al saborearlo. —¡Que delicia!—. (•_•). Ya en casa los comparto con Esther. —Em por que no te das una oportunidad con Daimon—. —Te as dado cuenta que Daimon suena a demonio—. —No pero es un lindo nombre—. —Hay Esther contigo no sé puede—. —Es guapo no lo puedes negar—. —Si, si él tío es guapo y que no siento nada por él—. Solo una inexplicable atracción. Sacudo mi cabeza por ello, es la verdad que siento eso y me da miedo sentirlo, además que es raro que el siempre aparece donde yo este. Al día siguiente lo encuentro en el portón de la facultad, suspiro ya que hoy no tengo ánimo de pelear con nadie. —Hola hermosa—. —Hola Daimon que deseas—. Hablo desganada. —Espera que sucede te sientes mal—.Niego. —No te pondrás a la defensiva conmigo hoy—. —No—. Un día como hoy hace dos años perdí al amor de mi vida y cada vez que se llega esta fecha me pongo sentimental. —Adiós Daimon—. Paso a su lado... Daimon. Al Emily despreciar el arreglo floral me sentí feliz, se que no la tengo fácil con ella y eso me fascina, creo que su hermana se apiadó de mi al darme un dato importante de los chocolates favoritos de ella. Solo hice una llamada y ya tenía esas ricas delicias en mis manos. Y lo logré gracias a mi futura cuñada, no ella no sera mi cuñada. Al día siguiente la espere en la facultad al verla, sentí y olí su tristeza no se porque estaba triste. Al llegar a mi me habló normal me sorprendí al no ver a esa chica que siempre anda a la defensiva y no me iba quedar con eso. —Esther disculpa mi pregunta pero podrías decirme ¿que le sucede a Emily?—. —Emily la viste desganada verdad—. —Si que le sucede—. —Es por un chico del cual ella estaba enamorada y a decir verdad los dos estaban enamorados—. Mis celos aparecieron de pronto. —Ella estaba muy enamorada de él pero nuestros padres no nos dejan tener novios hasta que terminemos la Universidad según ellos y pues Em salía con él a escondidas, él era un año mayor que ella pero estaban muy enamorados bueno para no alargar te la historia él murió y Em se culpa por ello—. —¿De que murió?—. —En un accidente automovilístico—. —Y por que ella se culpa—. —Por que según ella pudo evitar que él fuera a ese paseo, él le dijo que si ella quería que él no fuera que él fuera a ese paseo, él le dijo que si ella quería que él no fuera así lo haría, pero Em le dijo que fuera y por eso ella se culpa—. Asiento. La miro, tiene la mirada perdida no me gusta verla así de frágil esa no es la Emily de estos días atrás. —En unos días volverá ser la misma de siempre, solo por estos días se pone así—. —Tan enamorada estaba de él—. —Si él fue su primer amor y único,... tengo que entrar nos vemos—. —Si—. ¿De quién estaría enamorada?, lo voy averiguar pero no creo que Abu Yaria me ayude en ello. Me retiro de la facultad y voy al inframundo necesito saber quién es ese. Y como lo dije Abu Yaria no me ayudó con ello. Pero yo soy su presente ¿no?, tengo que hacer algo para hacerla olvidar de ese hombre. Lo voy hacer a como de lugar no es que piense quedarme en su vida o tal vez si, maldición pero en que estoy pensando. Vamos Daimon no es para tanto, nuestra despedida será buena podemos llegar a un mutuo acuerdo y todos felices. En la tarde regresó a la universidad y la veo salir con una cara que parece más muerta que viva. —Hola hermosa puedo invitarte a comer—. —No gracias—. —Vamos quizás yo te ayude a olvidar eso que te agobia—. Me mira pero su mirada esta vacía. —Tu me ayudarás no lo creo—. Pasa a mi lado sus hombros están caídos. Creo que debo darle su espacio por estos días es lo mejor para ella para que pueda pasar su duelo o lo que sea que este pasando, pero cuando regrese vendré con todo. (°_°). Los siguientes días la mire desde lejos a veces la veía mirando para ambos lados, era como si buscará a alguien, no me le aparecí durante esa semana completa. Pero hoy iría con ella, su humor había cambiado y creo que tendría a la Emily de siempre. —Hola guapa a quien buscas—. —Es obvio que a ti no—. —Segura que no soy yo—. —No es obvio que no—. —¿Qué lástima? yo que pensé llevarte a un lindo lugar a comer—. —Mas lástima me da a mi por ti por que no pienso acompañarte a ningún lugar—. Y regreso mi Emily, espera que no bueno es mía hasta que ya no la quiera. —Anda vamos que deseo pasar contigo aunque sea una hora agradable no seas mala—. —No ya déjame en paz—. —No te voy a dejar en paz—. La tomó de la cintura y me acerco a su rostro, la miro directo a los ojos. —Serás mía solo mía—. Le digo para ver si logro hipnotizar la. —Estas loco, no voy a ser tuya necesita ir a un sicólogo—. Rayos no funcionó. —Solo quería ver que decías—. Acorto la distancia y estrello mis labios con los suyos. Me apoderó de ellos con desenfreno, sus labios me saben a lo más exquisitos de todos los manjares, los saboreo como si fuese lo más deliciosos que he probado en mi vida y si son los labios más deliciosos que he probado en toda mi existencia. Siento sus dientes aprisionar mis labios con tanta fuerza que siento que me va despedazar el labio, siento el sabor de mi sangre. —Puedes desgarrar mi labio si quieres pero ya esa boquita es mía, solo mía—. Le doy un beso casto. —Te detesto eres un bruto idiota—. Me golpea el pecho y trata de zafarse de mi agarre. —Soy un bruto por que me gustas, si mi amor soy bruto, soy bruto por que solo te quiero para mi—. La vuelvo a besar pero esta vez muerdo sus labios sacando un leve gemido y sentir ese delicioso sabor de su sangre, nuestra sangre se mezcla causando que tanto ella como yo saborea mos nuestra sangre, ella aún no sabe lo que provocó. Al separarme la miro a los ojos en ellos veo mi futuro, mi vida veo todo. —No te dejaré nunca Emily Jeane Govea Arezzo, eres mi destino, eres mi vida, mi todo, mi amor... Tal vez Daimon se está arriesgando demasiado no lo creen, jum como lo tomara Emily. Al parecer el demonio dejo que hablara su corazón. ¿Y que habrá querido decir con que Emily no sabe lo provocó cuando su sangre se mezcló Y los dos la sabotearon?. Les dejo esa incógnita. ??
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD