Serveros corre a toda prisa por la institución, la destrucción que puede ver es brutal, no queda nada de aquel pulcro instituto; Marianne busca con la mirada algún conocido, tal vez Anette o Edward, pero nada encuentra. Solo un montón de escombros.
Desde el lado izquierdo un Khallo sale por sorpresa embistiendo a la enorme bestia negra haciendo volar por los aires a la chica, al caer y rodar por el suelo de su mochila se desprende Gya, aquel pequeño animalito que no la deja sola nunca desde su encuentro durante la tormenta.
—¡Gya! — la chica observa al animalito sacudir su cuerpo.
La bestia carroñera se acerca peligrosamente a su presa, lista para hincarle el diente solo por el gusto de matar, la rubia se pone de pie y con su mochila golpea al Khallos; Serveros salta por encima de la ch
