Apenas el sol volvió a salir Anette y Marianne se encaminaron a buscar algo de comida en los alrededores de la cueva, tal vez algunos árboles o arbustos tendrían frutas y un recorrido no les vendría mal tampoco; la pelirroja esperaba una oportunidad para hablar con su amiga sobre lo ocurrido con Adrien y también para poder hacer las paces con la chica ya que sentía que se estaban distanciando.
—Lamento mucho lo que ocurrió con Adrien — dice la pelirroja.
—Descuida, le dejé en claro las cosas— contesta.
—No sabíamos que tus padres habían muerto. — se detiene Anette —¿Por qué no nos dijiste?
—¿Por qué habría de decirles? — la rubia la observa sería. —No es algo que les importe, tienen cosas más importantes que atender.
—Eso es ridículo — se cruza de brazos. —Somos amigos, ¿no?
—Ya no s
