VICTORIA
Por fin era viernes, ayer cuando salí de la oficina de Dante estaba mareada, nunca en mi vida me había imaginado que terminaríamos así. Hoy casi no cruzamos palabras, pero las pocas que intercambiamos fueron cordiales. Ambos nos hablamos como si fuésemos a explotar en cualquier momento, casi no oudw dormir ,me pase la noche entera pensando en como se dio todo ayer.
No he podido dejar de pensar en Dante no como mu jefe sino como hombre. Trato de todas las formas posibles de alejar ese pensamiento de mi mente , no puedo ni debo verlo con otros ojos que no sean el de su empleada. Me es imposible debo reconocer, ayer lo tuve tan cerca, que pude detallar cada parte de su rostro, olor su colonia y admirar esos ojos.
Pero que te pasa Victoria? me reto mentalmente, desde cuando se te caen los pantalones por tu jefe?
No está bien, no debí caer ,él tiene fama de mujeriego y no quiero otra vez que me rompan el corazón. Hablando de eso, debo conocer a alguien, dicen que un clavo saca a otro clavo, se que no suena nada bien, pero tal vez el amor de mi vida este por ahí esperando que deje de tenerle miedo al miedo.
Debo reconocer que creí que seria diferente Dante conmigo, pero bueno, algo es algo, era obvio que no íbamos a ser mejores amigos, pero como siempre yo tan ingenua esperando lo imposible.
Hoy después del trabajo nos juntaremos en un bar con algunos compañeros, Irina es mi amiga, es Asistente de Susana de contaduría. Desde que pise la empresa nos volvimos inseparables, hasta vivimos en el mismo edificio. Departamento separados, pero en misma planta.
Ella y yo nos potenciamos, con ella hacía cosas que con otras personas no me animaba. El martes fue su cumpleaños, pero como trabajábamos al otro día decidimos festejar hoy que es viernes.
Hacia mucho que no salía, por eso me esforcé en estar linda, además de que me propuse encontrar a mi sapo, para convertirlo en mi principe azul o simplemente que que ayude a sacarme a mi jefe de la cabeza.
Como sabia que saldríamos me vestí con unos pantalones súper ajustados estilo Oxford color negros, una camisa de gasa blanca que dejaba ver vibra también blanco, zapatos de tacón n***o, pelo suelto con ondas y maquillaje sencillo.
Las pocas veces que fui a la oficina de Dante, sentí que me clavaba la mirada, tal vez sea impresión mía, con todas las mujeres que tiene atrás no creo que se fije en mi, no me considero fea, pero tampoco tengo una belleza exótica que llama la atención, soy de lo más normal. No puedo negar que me sentí alagada por sus miradas y un poco cohibida, Dante es famoso por intimidar con solo mirarte.
Me preguntó si tenía una cita, casi me río en su cara, hace mil años que no tengo "citas" desde que el maldito de mi ex me engaño, y el muy caradura a pesar de que lo vi con mis propios ojos todavía no me deja en paz. Le conté que nos juntaríamos en un bar a festejar el cumple de Irina, pareció relajarse cuando le respondí.
Faltaban 10 minutos para las 17 pm. Me fui al baño y me retoque el maquillaje, recibí un mensaje de Irina donde me decía que me esperaba en el lobby de la empresa. Estaba esperando para bajar por el ascensor cuando apareció Dante, no sé porque me puse nerviosa, recibo una llamada, atendí sin ver quién era. Para mi mala suerte se trataba de Rodrigo, mi ex y amigo del novio de Irina. Por esto mismo lo veía más de lo que quisiera.
-Hola...
-Hola hermosa, hoy quiero verte-dijo Rodrigo desde la línea.
-Que quieres? Creo que te deje claro que no quiero saber nada contigo, y desgraciadamente nos veremos, pero no te confundas-colgué.
Entro al ascensor y Dante entra detrás.
-Era tu novio??-pregunta mirando el techo del ascensor.
-Mi ex novio...-no sé porque le doy explicaciones.
-No deja de molestarte verdad? – dice tranquilamente, mientras que yo estaba hiperventilando por la rabia.
-Claramente que no- dije un poco irritada.
-Te puedo ayudar-me dice mirándome.
-De verdad me encantaría romperle la cara, pero no creo que sea la solución- dije y antes que la puerta se abriera Dante tocó el botón de STOP. Pero qué carajo? Pensé.