CAPÍTULO 49: NO ERES ELLA. El tono de Artem fue frío e impersonal mientras caminaba hacia Liana y le quitaba con brusquedad los anillos, guardando todo en el cajón. Ella lo miró atónita. —Yo no quería, yo... —balbuceó—. Solo buscaba uno de mis pendientes. Artem la miró fijamente, sintiendo una opresión en su pecho y una furia nacida de la culpa. —No vuelvas a revisar mis cosas sin mi permiso —dijo, con una dureza que ocultaba su dolor. Liana abrió los ojos, sorprendida por la distancia que Artem estaba marcando entre ellos. —¿De qué estás hablando? —De que no vuelvas a entrar en mi habitación. Cada vez más sorprendida, Liana negó y retrocedió. —¿Te volviste loco? —le cuestionó—. ¿Estás molesto solo porque agarré una maldita foto? ¿Tanto te importa? El apretó los labios, sin respo