CAPITULO 14: TE MALDIGO El rechazo fue como un balde de agua fría. Y todo el entusiasmo que había sentido se desvaneció al instante. Sintió cómo la ira y la frustración se acumulaban, tratando de comprender por qué estaba atrapada en una vida que no había elegido, con un hombre que parecía decidido a sofocar cada una de sus esperanzas. El ambiente en la habitación se volvió tenso al instante. Artem frunció el ceño y su postura se volvió rígida, mientras observaba a Liana con una mezcla de preocupación y autoridad. —No —repitió, esta vez con más dureza en su voz—. No puedes ir a la universidad, Liana. Es demasiado peligroso. Liana lo miró con incredulidad, sintiendo cómo la frustración comenzaba a hervir en su interior. Dejó caer el tenedor sobre el plato con un sonido metálico y se cru