(Junio 15, 2013, Cuarteles de Shield, Washington, D.C.)
(Steve Rogers/Capitán América)
Son las siete en punto y Ahmanet no ha llegado al gimnasio, la espero mientras coloco un saco de boxeo algo bajo, ya que ella no es muy alta.
A las siete y cuarto me decido ir a buscarla, por lo que voy al comedor, posiblemente este desayunando y se le paso la hora; entro al comedor pero no la veo, a quienes si veo son a Nat, Clint y Stark; este último me ve y pregunta.
-tan pronto termino el entrenamiento de Ahmanet?
-no, la estoy buscando, no se presentó. – veo que todos se sorprenden, ella ha sido puntual a sus citas mientras la estuvimos vigilando en Milán.
Salgo del comedor apurado y voy a su habitación, toco pero nadie responde, llamo a la puerta nuevamente y nada por lo que abro la puerta. Y ahí está plácidamente dormida, abrazada a una almohada, Anubis me mira y gruñe cuando me acerco y la llamo.
-Ahmanet, despierta. - pero ella solo acomoda más la cabeza en la almohada y sonríe.
Escucho unos pasos detrás de mí y volteo para ver llegar a Nat, seguida de Clint. Ellos entran y cuando Nat habla, Anubis le gruñe,
-Steve ella está bien? -le hago señas de que no haga ruido.
-no tan alto Nat, está dormida.
-eso veo. – escuchamos la voz de Clint desde atrás.
-está bien? – pregunta Stark entrando, con el consiguiente gruñido de Anubis.
-shhhh, no tan alto la despertaras. – le dice Nat.
Estamos los cuatro frente a la cama viendo como ella duerme tranquilamente.
-se ve tan frágil, y tranquila, dejémosla dormir. – les digo, pues ella sigue igual que cuando la deje a las cinco de la mañana.
-Cap. te estas ablandando mucho, con otro te habrías molestado por dejarte esperando y a ella se lo perdonas; porque será? – dice Stark levantando la voz, veo que Anubis se levanta y le gruñe
-no has pensado que posiblemente, anoche fue la primera vez en meses que durmió totalmente tranquila y sabiendo que no corre peligro?- le pregunto; veo a Nat sonreír y asentir diciendo:
-tienes razón, si tomamos en cuenta que ha estado huyendo por su cuenta desde inicios del año cuando descubrieron su casa segura, no creo que durmiera muy tranquila los pasados meses; será mejor que salgamos y duerma todo lo que quiera, los entrenamientos pueden esperar. – y dando la vuelta Nat se dirige a la puerta, al llegar a ella nos llama.
-nos vamos caballeros, la chica necesita su sueño de belleza.
Stark se dirige a la puerta y veo que Anubis lo sigue.
-tranquilo muchacho, ella estará bien, quieres comer algo? – le digo al perro, he de estar loco para hablarle a un perro, pero el ladra y se acerca.
-creo que hiciste un nuevo amigo Cap. – dice Stark
-eso veo, Nat, te encargas de avisarle que Anubis estará conmigo, le daré de comer y lo llevare a correr, un perro de este tamaño necesita mucho ejercicio. –le pido
-no te preocupes Cap. Estaré pendiente por si despierta, pero creo que regresaran antes de que despierte. – me dice viéndola dormir tras lo cual cierra la puerta.
Llevo a Anubis a comer pero como no trajimos su plato de la habitación, pido en la cocina un bol, anunciándoles que es para darle de comer al perro por lo que alguien me da un rotulador y le pongo el nombre del can.
Tomo para él un filete como el que vi que le diera Ahmanet la tarde anterior, así como un bollo de pan, lo despedazo y lo pongo en el bol, corto el pedazo de carne asado y lo pongo también, me ofrecen un poco de verduras, así que le agrego un poco de zanahoria, brócoli y apio, bien cortado y lo agrego, un empleado de la cocina me pasa una cuchara y mezclo todo bien, y se lo doy al perro, veo que este lo olfatea y me ve.
-si le agregue vegetales, te harán bien. – él me ve y gruñe pero se pone a comer.
Otro empleado de la cocina, trae otro bol también marcado con su nombre y le pone agua. Anubis no le hace ni caso y sigue comiendo.
-Capitán, si desea le podemos preparar especialmente el plato para el perro cada comida, solo deben pedirlo, así la carne no estará muy cocida, y el aprovechara más las proteínas. – me dice el empleado que le sirvió el agua.
-también le podemos pedir alimento especial para canes grandes a la hora de hacer el pedido de la compra. – dice otro.
-eso no lo puedo decidir yo, pues su dueña no me ha dicho exactamente que come, esto es lo que vi que le sirvió ayer, dejen le paso su mensaje y les aviso. Y gracias por los recipientes.
-no es nada Capitán, se ve que el animal es fino, y sobre todo muy bueno; lo vimos ayer con la niña que lo traía, es enorme para una niña como ella. – me dice el jefe de la cocina.
-si Anubis es un perro enorme, pero ella lo controla muy bien, es pequeña de estatura pero tiene fuerza y carácter.
Anubis termina de comer y ladra.
-valla muchacho, te gusto la comida? Bueno ahora te toca el ejercicio, vamos te llevare a correr. – vi como el chico que le sirvió el agua tomo los recipientes y los llevo a lavar. Poniéndolos aparte de todo lo demás.
Salimos de la cocina y vamos a correr, por lo general corro rápido y nadie me lleva el ritmo, me he topado varias veces con un corredor de color es rápido pero no logra llevarme el paso, hoy veo que Anubis corre a mi lado sin problemas, después de una hora corriendo, me siento en una banca y Anubis se sienta a mi lado. Lo observo y a pesar de verlo sudado, está completo, no se ve agotado.
-estas bien chico? Regresamos caminando o corremos?- él se levanta y se agacha como queriendo jugar, al levantarme el corre por donde llegamos hace un rato y se detiene al verme detenido y regresando me ladra, no lo puedo creer, quiere seguir corriendo así que regresamos al cuartel corriendo lo sorprendente es que Anubis acelero la carrera al ver la entrada del edificio y no lo pude alcanzar. Cuando llego un par de minutos después veo al perro sentado a un lado de Fury, quien está en el lobby del cuartel.
-veo que salió a correr Capitán y entreno al sujeto equivocado- me dice Fury
-su dueña seguía dormida, y decidí dejarla descansar señor, creo que es la primera noche en meses que en verdad durmió bien. – le respondo
-lo sé me lo comunico la agente Romanov; pero es necesario saber que tan capaz es de defenderse si la llegaran a encontrar sola, y es por eso que quiero que todos la entrenen y califiquen sus habilidades.
-lo entiendo señor, esta tarde le daré el entrenamiento. – le respondo y el asiente, creo que al perro no le gustó la idea porque gruño.
-tú, puedes ser muy grande y fuerte, y un buen perro guardián, pero aun así, aquí mando yo, y ella debe seguir mis órdenes como cualquier otro aquí y eso te incluye. – le dice Fury al perro a quien al parecer, eso no le hizo la más mínima gracia, porque lo vi mover las patas delanteras separándolas y agachar la cabeza, gruñendo y enseñando todos los dientes señal de que atacara.
-Anubis, stes de ja (ven aquí ya) – se escuchó decir fuertemente y Ahmanet que salía del elevador. Vi al perro saltar por encima de la cabeza de Fury y correr hacia ella mientras ladraba.
-en ese caso, no creo que podamos quedarnos Director Fury, se lo dije ayer, necesito libertad de movimiento y de acción, además de una línea segura de internet, la cual por cierto descubrí, que está siendo monitoreada por su gente, que parte de necesito privacidad no entendió? – le pregunta enfrentándolo, frente a todos los agentes, nunca nadie había enfrentado a Fury de esa manera.
-Acaso tiene algo que esconder señorita Prince?
-lo mismo que todos, director y usted más que nadie, sabe que los secretos tienen secretos, o acaso me dejara conocer los suyos? No, eso lo dudo, así que mantenga usted sus secretos y yo los míos. En cuanto a obedecer, creo haberle dicho no acepto ordenes de nadie, y si cree que podrá retenerme, bueno espero que se acostumbre a las decepciones; Anubis dien ja (sígueme ya) –después de enfrentar a Fury con una sonrisa en los labios, la veo llamar al perro y dirigirse al elevador.
-tendrá lo que desea, pero le sugiero cumplir lo que se le pide, por su seguridad, y eso es principalmente acudir a los entrenamientos a la hora que se le indica.
-lo lamento, pero creo haberles dicho que tengo mi propia rutina y horario, y bueno si bien no acostumbro a dormir tan tarde, es de entender que el día de ayer no fue algo normal; Capitán espero me disculpe el plantón esta mañana pero si puede lo podremos reponer en unos minutos, solo debo cambiarme a algo más cómodo, usted decide.
-Te veré en 20 minutos en el gimnasio no llegues tarde. – ella entra en el elevador y me acerco a Fury.
-señor, no creo que deba volver a molestar al perro, nunca he visto un perro como ese y tampoco el tipo de obediencia ciega que tiene con ella; el perro iba a atacarlo y podría haberlo matado si ella no interviene, estaba frente a usted y lo salto sin tocarlo, ese animal no es algo común.
-lo se Capitán, un especialista veterinario ha estado revisando los videos de este animal y los del otro perro que buscamos, y aun no saben qué tipo de r**a son.
-bueno me voy al gimnasio, ella regresara pronto.
Voy al gimnasio y solo espero unos minutos pues ella llega con un pantalón jeans ajustado y un top de mangas largas, veo que llevan unas muñequeras, un cinto y unas botas altas casi a la rodilla.
-crees que podrás entrenar con las botas?
-debería hacerlo en tacones, pues es lo que casi siempre uso cuando salgo, pero creo que los tendré que guardar por algún tiempo, lo mejor serán la botas de tacón bajo como estas. - me rio de su explicación
-no es lo que pregunte, lo que digo es que no son adecuadas para entrenar.
-Capitán usted cree que quien me ataque me dará tiempo de ponerme zapatos cómodos y ropa adecuada para pelear, hice una concesión a la vestimenta, no pienso sudar o romper un traje de seda.
-concedo eso, bien empecemos con el saco de boxeo, quiero ver tu fuerza.
-creo Capitán que eso ya quedo visto ayer, cuando rompí los paneles de la pared de mi ex departamento.
-compláceme por favor. –me dice sonriendo
-bien. – la veo ir al saco de golpeo y tratar de golpearlo, y la detengo.
-espera, no te has protegido las manos.
-tengo toda la protección que podría llevar en la vida real Capitán- y me enseña las manos, veo que lleva guantes de conductor, aun no comprendo las muñequeras pero la dejo seguir.
-bien, da tu mejor golpe. –le digo mientras me pongo detrás del saco para sostenerlo y así sentir la fuerza; ella se pone en posición y la veo hacer su brazo para atrás pero cual no es mi sorpresa que lo que hace es patear el saco, lo que me hace dar un paso atrás.
Ella no paro ahí, da un salto girando y pega otra patada hacia atrás en el saco con tal fuerza que me lanza hacia atrás y caigo al suelo, no bien el saco regreso en su balanceo hacia ella le dio otro golpe con el brazo izquierdo para terminar impactando el puño derecho en el saco.
No supe en que momento habían entrado, pero todos estaban aquí, incluido Fury, me levanto del suelo y le digo.
-bien, ya veo que eres fuerte. Ahora veamos en una lucha cuerpo a cuerpo. – y le señalo el ring, pero ella no sube.
-Capitán, está usted buscando muchas comodidades para luchar, le recuerdo que en las calles de cualquier ciudad o en el campo no hay un ring al que subir, ni protectores ni nada, solo obstáculos como autos, postes, buzones y peatones inocentes. Que tal su ponemos más obstáculos y usted y los demás simulan ser un grupo de asesinos a sueldo con intenciones de cobrar la recompensa.
-eso sería mucha ventaja para nosotros, no crees? – pregunta Clint
-veamos, lo que el director desea saber claramente es que tan capaz soy de sobrevivir sola, pues veamos si enfrentándome a los vengadores en pleno lo puedo convencer de que soy más de lo que ven.
-señores a sus trajes, Hill, haga poner algunos obstáculos en el campo exterior simulen una plaza normal llena de gente. – ordena Fury
-sí señor.
(Junio 15, 2013, Cuarteles de Shield, Washington, D.C.)
(Ahmanet)
Abro los ojos y veo que es tarde son pasadas las diez de la mañana por lo que tomo unos jeans y una blusa de seda negra y unas botas de tacón bajo y me arreglo, cuando salgo voy al comedor y me topo en el camino con Natasha. Quien me dice:
-el Capitán te estuvo buscando para tu entrenamiento pero cuando se dio cuenta de que dormías decidió dejarte descansar y se llevó a tu perro a comer y a correr, creo que el pobre llegara agotado después de correr.
-ten por seguro que sí, no creo que el Capitán le siga el paso a un perro-chacal del desierto. Tarde me di cuenta de lo que dije, aun así baje al comedor y tome algo de fruta y jugo. Veo que se me acerca alguien que sale de la cocina, un hombre alto y fornido y al estar a mi lado me dice:
-El Capitán le dio de comer a tu cachorro pequeña, yo soy el jefe de la cocina y si me dices que come le prepararemos el alimento cuando bajes con él a comer, ya le tenemos dos recipientes en la cocina con su nombre, pero si gustas puedo pedir alimento especial a la hora de hacer los pedidos de la cocina. – yo veo su gafete y veo que se llama Joshua Parrish
-gracias jefe Parrish, es usted muy amable, pero Anubis no come alimento para perro, un poco de carne y pan será suficiente para él, y agua fresca.
-no come vegetales?
-por lo general no mucho, porque lo pregunta?
-el capitán le sirvió zanahoria, brócoli y apio con la carne asada y un bollo de pan, todo bien cortado y el perro se lo comió todo.
-valla, pues prepárenle eso, pero si lo que llega a olfatear, es pan dulce cuidado, le gusta el rollo de piña y el de fresa.
-rollo de piña y fresa?
-si es pan como si fuera a hacer croissant, pero doblado en tres y con mermelada de piña o fresa en el centro, es delicioso, también le gustan los croissants de queso crema.
-y a usted?
-lo mismo, por lo general compro para los dos.
-bien los hare especialmente para ustedes dos.
-gracias. – le respondo con una sonrisa y él me sonríe también, cuando termino salgo y bajo a la planta baja a esperar el regreso de Anubis, lo llamo mentalmente y veo por su mente que está cerca.
Al ir en el elevador, escucho a través de la mente de Anubis a Fury reñirlo, con la consecuencia de que se prepara para a****r, algo sumamente peligroso por lo que intervengo tan rápido como las puertas se abren.
-Anubis, stes de ja (ven aquí ya) – le llamo a mi lado. Vi al perro saltar por encima de la cabeza de Fury y obedeciendo por lo que le digo a Fury.
-en ese caso, no creo que podamos quedarnos Director Fury, se lo dije ayer, necesito libertad de movimiento y de acción, además de una línea segura de internet, la cual por cierto descubrí que está siendo monitoreada por su gente, que parte de necesito privacidad no entendió? – creo que nunca nadie ha enfrentado a Fury frente a sus subordinados
-Acaso tiene algo que esconder señorita Prince?
-lo mismo que todos, director y usted más que nadie, sabe que los secretos tienen secretos, o acaso me los dejara conocer los suyos? No, eso lo dudo, así que mantenga usted sus secretos y yo los míos. En cuanto a obedecer, creo haberle dicho no acepto ordenes de nadie, y si cree que podrá retenerme, bueno espero que se acostumbre a las decepciones; Anubis dien ja (sígueme ya). – llamo a Anubis mientras sonrió enfrentándome a Fury y me vuelvo para dirigirme al elevador.
-tendrá lo que desea, pero le sugiero cumplir lo que se le pide, por su seguridad, y eso es principalmente acudir a los entrenamientos a la hora que se le indica. – dice Fury
-lo lamento, pero creo haberles dicho que tengo mi propia rutina y horario, y bueno, si bien no acostumbro a dormir tan tarde, es de entender que el día de ayer no fue algo normal; Capitán espero me disculpe el plantón esta mañana pero si puede lo podremos reponer en unos minutos, solo debo cambiarme a algo más cómodo, usted decide.
-Te veré en 20 minutos en el gimnasio no llegues tarde. – me responde Steve, por lo que entro al elevador.
Pocos minutos después bajo solo me cambie la camisa de seda por una de algodón con mangas negra y con un pequeño faldón, tomo mis muñequeras de arquería, y mi cinto de batalla; en el cual meto al menos diez shirukens o estrellas ninja. Tomo mi katana y la daga así como un par de sais y mi arco extensible. Lo pongo todo en un bolso grande y bajo al comedor pido al Jefe Parrish un par de botellas de agua y salgo rumbo al gimnasio. Ahí encuentro al Capitán preparando un saco de boxeo, aun me duele el brazo derecho debido a mi berrinche de ayer al romper la pared, en lugar de buscar las herramientas pero en fin tengo que entrenar.
-crees que podrás entrenar con las botas?
-debería hacerlo en tacones, pues es lo que casi siempre uso cuando salgo, pero creo que los tendré que guardar por algún tiempo, lo mejor serán la botas de tacón bajo como estas. - él se ríe de mis palabras
-no es lo que pregunte, lo que digo es que no son adecuadas para entrenar.
-Capitán usted cree que quien me ataque me dará tiempo de ponerme zapatos cómodos y ropa adecuada para pelear, hice una concesión a la vestimenta, no pienso sudar o romper un traje de seda.
-concedo eso, bien empecemos con el saco de boxeo, quiero ver tu fuerza.
-creo capitán que eso ya quedo visto ayer, cuando rompí los paneles de la pared de mi ex departamento.
-compláceme por favor.
-bien. – voy al saco, pero él me llama
-espera, no te has protegido las manos.
-tengo toda la protección que podría llevar en la vida real capitán- y le enseño las manos, ve que llevo guantes de conductor y muñequeras.
-bien, da tu mejor golpe. –me dice mientras se pone detrás del saco para sostenerlo y así sentir la fuerza; me pongo en posición y hago una finta con el brazo derecho pero le sorprendo dando una patada de lado, lo que le hace dar un paso atrás.
No paro ahí, doy una patada con giro hacia atrás en el centro del saco con tal fuerza que lo lanzo hacia atrás y le veo caer al suelo, mientras el saco regresa a mí, doy un golpe con el antebrazo izquierdo y termino de girar para dar un puñetazo con la derecha, lo que resentí en la muñeca.
No supe en que momento habían entrado, pero todos estaban aquí, incluido Fury, él se levanta del suelo y me dice:
-bien, ya veo que eres fuerte. Ahora veamos en una lucha cuerpo a cuerpo. – y me señala el ring, pero yo no subo y le digo:
-Capitán, está usted buscando muchas comodidades para luchar, le recuerdo que en las calles de cualquier ciudad o en el campo no hay un ring al que subir, ni protectores ni nada, solo obstáculos como autos, postes, buzones y peatones inocentes. Que tal su ponemos más obstáculos y usted y los demás simulan ser un grupo de asesinos a sueldo con intenciones de cobrar la recompensa.
-eso sería mucha ventaja para nosotros, no crees? – pregunta Clint
-veamos, lo que el director desea saber claramente es que tan capaz soy de sobrevivir sola, pues veamos si enfrentándome a los vengadores en pleno lo puedo convencer de que soy más de lo que ven.
-señores a sus trajes, Hill, haga poner algunos obstáculos en el campo exterior simulen una plaza normal llena de gente. -Ordena Fury
-sí señor.