Pov Christian.
Cuando Amanda me invita a caminar por la propiedad era algo que siempre solíamos hacer cuando recién nos mudamos, pero al año eso ceso, ya que siempre estaba trabajando o en cenas de negocios.
Todo lo que me dijo me golpeo de una manera que me dejo en estado de shock por casi treinta minutos, cuando salí de mi letargo, de mis ojos caían mares de lágrimas.
La he dañado, solo por mi egoísmo por unos cuantos dólares, dejamos de hacer cosas juntos, la convertí en solo mi acompañante nocturna.
Saber que ella jamás sintió la necesidad de dejarme, de que aguantó todo por amor, el que yo estuve a punto de extinguir. Pero lo que más me dolió saber es cómo la hice sentir cuando pudo ver a mi hijo, por primera vez sin mí, tomando su mano.
De que ella supiera que todo lo que
