_Mariana — ella se quedo parada frente a él sin hacer un solo movimiento. _Gerardo. _Yo… yo… no quiero ser inoportuno — levanto una mano en su dirección, pero ella seguía inmóvil, ignorando sus avances. _Esta bien, no… no te preocupes. Solo que… me sorprende tu visita, no esperaba… La interrumpió con brusquedad y ella se sobre salto. _Es que… ¡Lo siento! ¡Perdón! No quería… no pretendía… asustarte. Es solo que… necesitaba… necesitaba verte — dio dos pasos mas cerca de ella, titubeo al principio, pero no se movió, no para rechazarlo, pero tampoco para alentarlo. _Eeestas, estas… yo no… no quiero verte — clavo la vista en el suelo, no podía mirarlo, su labio inferior temblaba y sus ojos estaban brillantes por las lagrimas contenidas, tartamudeaba, él se acerco un paso más, estaba demas