———Una semana después——— No entendía que estaba pasando, pero todas estas noches en el club, Fabricio es el único que me ha contratado y siempre en la misma habitación. Definitivamente es "nuestro lugar especial" como le suele llamar. No me besa y mucho menos me toca, ni él, ni nadie. Por primera vez desde que llegué a este lugar, llevo una semana sin que nadie me ultraje y sin sentir asco de mi misma; todo gracias a él. Sin embargo, no sabía porqué lo hacía o cómo podía hacerlo, y el no saber eso me enojaba. —Es mejor que no vuelvas a hablar con ella, BE —dijo Dayana. Estábamos en el camerino, recientemente bajé del escenario y al venir aquí las encontré a las dos comiendo un gran paquete de frituras. Hoy ninguna de las dos parece tener ganas de trabajar, así que se esconden. —Esto