Estaba sorprendida al escuchar su voz y su nombre del otro lado del teléfono y por varios segundos no supe que decir o si debía responderle... —¿Estás ahí? —me preguntó, pero al no tener respuesta de mi parte, lo escuché soltar un suspiro. —Solo quería saber si estabas bien. Que descan... —Estoy bien —contesté interrumpiéndolo. —Me alegra escuchar eso, estaba realmente preocupado. —¿Cómo conseguiste mi número? —le pregunté. —Cobré un favor —contestó. —El número de personas que tienen mi contacto es tan limitado que sería muy sencillo saberlo, así que mejor dímelo tú directamente —le advertí. —No necesariamente tiene que ser alguien de tu lista de contactos, también puede ser alguien que vio el celular sin su dueño y aprovechó para sustraer el número para mí —insinuó. —Eso es poco p