5 horas antes. —Lo sentimos mucho señor, hemos tomado su teléfono, no sabíamos a quién debíamos llamar—dijo el Barman dirigiéndose al sueco mientras levantaba su cabeza en dirección a Elof, su rostro estaba recostado sobre sus brazos, parecía dormir apaciblemente, estaba borracho y apenas eran las ocho de la mañana. La manera en la que Elof llegó allí no era un misterio, tenía un problema con la bebida que él negaba pero que salía a relucir cuando tenía problemas familiares usualmente provocados por su padre. —Señor, debemos...—Axel negó con la cabeza, sabía lo que su guardaespaldas estaba por decir, no podían permitir que Beorn se enterara de la situación vergonzosa en la que se encontraba su hijo y mucho menos estando en un país extranjero. —Lo llevaremos al hotel—informó después de s