Me froté los ojos con sueño y salí de mi cálida cama bostezando antes de meter los pies en mis zapatillas peludas y dirigirme al baño. Me cepillé los dientes con sueño antes de meterme en la ducha. El chorro de agua fría que salió al abrirla me despertó. Me di una ducha más larga de lo que esperaba y me sequé el pelo a toda prisa antes de ponerme un jersey de punto blanco y unos vaqueros. Cogí el móvil y las llaves de la encimera y salí corriendo. Ya casi llegaba tarde a mi turno en la cafetería, Jay me iba a matar desde aquella noche se había mostrado extremadamente protector conmigo, llegando incluso a recogerme de mis clases y se había puesto a estudiar en la cafetería, para asegurarse de que me mantuviera lo más lejos posible de Javier Nansom o como él le llamaba como el cotilla que