Alexander Cipriano Corrí como un idiota para intentar levantarla del suelo en un impulso, pero…no sé cómo frenar con estas cosas, termino cayendo encima de ella e intento no lastimarla pues se siente tan pequeña y frágil debajo de mí. Sus ojos grises ahumados se abren mirándome fijamente, provocando que mis latidos golpeen con más fuerza que antes. Paso saliva hipnotizado por sus ojos, separo mis labios dejando salir un leve suspiro. ─¡Padre Cipriano! ─Exclama Samantha y salgo de mi trance. ─Disculpa… ─murmuro hacia Clementina, me trago el sobrenombre de “fresita” estamos en la vista de muchas personas. Tengo que controlarme, me he dejado caer en la tentación y Dios no me librará de esto, ya no. Me levanto ayudando a Clem y Jack se acerca a ella sosteniéndole el brazo, miro ese si