Clementina Quinn Cerramos el bar un poco antes de lo normal por lo de la visita de ese irlandés. Arturo vio que se dirigía fuera del pueblo y perdió su pista, este juego del cazador y la presa me está torturando de alguna manera y no me imagino estar de frente a Alfa ¿Qué sentiré? ¿Me odiará? «Es obvio» Nicole y Vanessa se colocan sus pijamas acercándome un litro de helado en un balde. Es de fresa cosa que me hace sonreír como tonta al recordar a Alex. Nessa me clava sus ojos entregándome la cucharilla de metal. ─El helado es bueno para el corazón ─comenta Nessa dándome una sonrisa. ─No sé qué haría sin ustedes ─digo mirándolas para engullirme una gran porción de helado. ─Seguramente tendrías mejor salud, no te desvelarías comiendo un litro de helado, no beberías tanto licor. Pero