Capítulo 15

1924 Words
  Retiró la mano de William con cierto disgusto en el rostro y le dijo: “Como te dije, no tengo apetito. Me iré después de que me entreguen mi comida. Si realmente quieres salir, puedes ir a buscar a otra persona. Creo que un playboy como tú tiene siempre a alguien disponible, ¿No es así?”   Mientras hablaba, no se dio cuenta de que en una esquina no muy lejos de ellos, se encontraba Julia grabando claramente toda la escena con su celular. En la imagen, ambos se tomaban de la mano con amor, sin mencionar cómo los ojos de William estaban llenos de afecto. Al verlos así, se rio disimuladamente y pensaba que al menos sus planes no se echaron a perder. De hecho, tuvo la sensación de que Sheryl actuaba extraña últimamente, porque en comparación a la de antes, parecía haber cambiado por completo.   En el pasado, Sheryl creía y hacía todo lo que ella le decía, pero ahora, rechazaba todas sus invitaciones, e incluso William, por quien solía estar loca, ni siquiera le llamaba la atención. Julia percibió que algo no andaba bien sin importar cuánto pensara en ello, por lo que guardo todo ese rencor en lo más profundo de su corazón todo este tiempo. Por eso hoy después de la clase, la siguió cuando se fue a comer con Nancy y al Grupo Li.   Cerca del mediodía, Julia pensó que definitivamente iba a almorzar pronto, por esta razón quería ver si podía crear un encuentro casual. Decidió llamar a William para invitarlo a almorzar, y pensó que si los encontraba juntos, aprovecharía la oportunidad para crear un malentendido. Sin embargo, después de esperar un rato, ella no soportó más y se fue al baño un rato, jamás se hubiera imaginado encontrarse con tal escena al regresar, agradeciendo a Dios por no abandonarla   Julia llena de felicidad envió la foto a Frederick, e incluso fingió ser inocente al escribirle: “Frederick, vine a almorzar y no esperaba encontrarme con Sheryl. Pensé que ella estaba sola, pero me di cuenta de que también estaba William aquí. No puedo creer que estén tan cerca el uno del otro. ¿Qué está pasando? Frederick, ¿No estás comprometido con ella? ¿Por qué está con William? ¿Cómo puede fallarte sin remordimiento alguno? Eres demasiado ingenuo, ten la seguridad de que no importa lo que haga Sheryl, te ayudaré a hablar con ella antes de que sea demasiado tarde”   Por el tono de sus palabras, parecía como si estuviera tratando de buscar justicia para Frederick, y a la vez comportándose como una buena amiga de Sheryl sin dudarlo, de esa manera mató dos pájaros de un tiro. Al mismo tiempo, en medio de la reunión, Frederick escuchó que le llegaba una notificación a su celular, y lo tomo inconscientemente para echar un vistazo. En cuanto vio la foto que Julia le había enviado, su rostro se oscureció cambiando por completo su expresión; cuando los directores lo vieron, se quedaron perplejos sin tener la menor idea de lo que había sucedido.   En ese momento, Frederick no estuvo de humor para seguir con la reunión, entonces cerró su laptop, se puso de pie y dijo: “Es todo por hoy. ¡Retírense!”   Después de eso, se dio media vuelta y salió de la sala de conferencias, seguido por Zayne, quien no se atrevió a hacer ruido. Al regresar a la oficina con un humor pesado, abrió la puerta y como era de esperar, Sheryl no se encontraba ahí. Se inclinó hacia un lado para preguntarle a Zayne: “¿Dónde está?” El ambiente se volvió incómodo.   Zayne se estremeció de miedo y respondió con sinceridad: “Presidente, la señorita dijo que tenía hambre, así que fue a comprar algo de comida”   No entendía cuanto demoraba comprar comida, pues la reunión duró casi 40 minutos. Incluso si iba a comprarla al restaurante de abajo, ya era hora de que subiera; Para entonces, no pudo evitar apretar los puños de rabia al pensar en la foto que le había recibido.   En el restaurante de la planta baja, Sheryl pensó que William sería sensato y reconocería sus límites. Sin embargo, después de que ella lo rechazara, él volvió a insinuarle: “Incluso si hay varias personas dispuestas a acompañarme, yo creo que no son mejores que tú”   Al decir esto, extendió y sostuvo sus tiernas manos una vez más, luego pensó en las suaves, fragantes y cómodas que eran al tacto. Inmediatamente, ella no pudo soportarlo más, apartó las manos con asco y se dirigió hacia él: “William, si tienes algo que decir, entonces hazlo, ¡No tienes por qué tocarme!”   Al escuchar esto, William sonrió y contestó: “Sheryl, deja de fingir, sé que te gusta que te trate de esta manera, ¿No? Incluso soñabas que me acercara a ti. ¿Acaso no estoy cumpliendo tu sueño?”   En ese momento, ella estalló en carcajadas como si hubiera escuchado la broma más divertida del mundo y le respondió: “¡Dios mío, William! ¿Puedes dejar de creerte el centro del mundo? ¿Cuándo he dicho que me gustabas? ¿De dónde lo escuchaste? Te sugiero que vayas a ver a un médico para que te revisen el oído, ¿De acuerdo?”   Sheryl se quedó sin palabras, ¿Cómo podía enamorarse de un chico tan narcisista como él? Sin mencionar que tenía a un hombre maduro como Frederick casa su lado; enseguida, Sheryl no prestó atención a nadie y se puso de pie para dirigirse directamente al baño. Al entrar, en lugar de ir al baño, puso su delgada y rubia mano debajo del grifo, usó un poco de jabón y comenzó a lavarse bien las manos. Sheryl se disgustó al pensar que William la había tocado con el calor de su palma, por lo tanto se lavó la mano enérgicamente una y otra vez.   Mientras se lavaba las manos, pensó enojada en que William era realmente arrogante, debido a que se consideraba como el mejor hombre sobre la tierra, como si todas las mujeres no pudieran resistirse a sus encantos. Solo entonces cuando sintió como si se hubiera quitado una capa de piel decidió parar; tras salir del baño, se dio cuenta de que él seguía esperándola, en cambio los empleados ya habían empacado su pedido. Entonces, Sheryl no perdió más tiempo, tomó sus cosas y se marchó sin mirarlo.   William oscureció su expresión y pensó que Sheryl se creía la mejor mujer del universo, era una bendición que él estuviera encaprichado con ella, no obstante esta mujer había sido suficientemente valiente como para ignorarlo. Cuando Julia vio que Sheryl se marchaba, finalmente salió de su escondite, se acercó donde él fingiendo estar apenada y dijo: “Lamento haberte hecho esperar mucho tiempo. Me dolía el estómago, así que estuve tuve que ir al baño un rato”   Actuó como si nada hubiera pasado, pero desde su corazón esperaba con muchas ansias lo que sucedería a continuación. No creía que después de que Frederick recibiera semejante foto, fuera capaz de controlarse para no seguir discutiendo con ella. Seguramente ellos discutirían, y pensar en eso la hizo sentir una satisfacción indescriptible.   Sheryl llegó al Grupo Li con un pesado empaque de comida, como no conocía los gustos de Frederick, entonces pidió diversos platillos, entre ellos: platos vegetarianos, comida frita, estofado de pollo. Aunque la caja pesaba, su corazón estaba lleno de felicidad, ya que él se sorprendería mucho al ver que ella le estaba preparando el almuerzo.   Cuando finalmente llegó a la oficina de Frederick, él estaba sentado como se esperaba. Sheryl se puso feliz de verlo, rápidamente se acercó a una de las mesas, puso el paquete de comida encima y dijo: “Frederick, ¿Adivina qué tipo de buena comida te compré?”   Después, le mostró como si estuviera enseñándole un tesoro, abrió las cajas empaquetadas una a una y al mismo tiempo le explicaba: “Mira, aquí hay chuleta de pollo, pescado y patatas fritas, estofado de pollo, sopa de champiñones, puré de papa... Entre muchos platos vegetarianos. ¡Supongo que debe haber algo que te guste de todos!”   Ella estaba más feliz que celebrando el año nuevo, a pesar de que solo era un pequeño almuerzo. Con todos esos sentimientos encontrados, no se dio cuenta de la expresión sombría de Frederick, parecía que no estaba de buen humor y simplemente se limitó en observar su expresión risueña con frialdad. Como había cargado tantas cosas a la vez, inevitablemente se sintió un poco acalorada y su rostro estaba sonrojado. Aunque nada ni nadie podían quitarle su buen humor, tenía una sonrisa de oreja a oreja que parecía una radiante flor muy dulce.   A pesar de todo, la mirada en los ojos de Frederick se volvió aún más fría, preguntándose si esa felicidad se debía a que acababa de encontrarse con William. Él sabía perfectamente que no debía confiar en ella fácilmente, como hace días que no había actuado como un demonio y casi lo convenció en que ciertamente había cambiado, ¡Pero la verdad es que no lo hizo! Era ridículo pensar en eso, después de todo, ella era famosa por ser una zorra astuta. Siempre actuaba imprudentemente y nunca se arrepentía de sus actos. ¿Acaso era capaz de cambiar su carácter de la noche a la mañana?   Además, anteriormente le había dicho que solo se preocupaba por William en esta vida, tras recordar esto estalló de ira¡¿Por qué le estaba mintiendo descaradamente?! Una y otra vez, ella le demostró amabilidad y tomó la iniciativa para acercarse más a él. ¡¿Estaba jugando con sus sentimientos?!   En ese momento, le entregó los cubiertos y la comida a Frederick, con voz especialmente suave le dijo: “Has estado reunido durante un buen tiempo, debes morirte de hambre, ¿Verdad? Ven, prueba un poco, escuché que la comida de ese restaurante es deliciosa”   Al decir eso, levantó la cabeza para mirarlo y su corazón de repente dio un vuelco de 360 grados. ¿Por qué estaba de tan mal humor? ¿Acaso había salido algo mal en la reunión? De pronto, le preguntó un poco preocupada: “Frederick, ¿Estás bien?”   Sheryl extendió su mano inconscientemente para tocar su rostro, antes de que pudiera hacerlo, ¡Fue empujada con fuerza! Frederick gritó furioso y todas las venas de su cuello sobresalieron: “Sheryl, no sigas fingiendo que eres inocente, ¡Lárgate de aquí!”   La empujó al suelo y su corazón se llenó de muchas preguntas, antes de que pudiera reaccionar, él volvió a enfurecerse y tiró todos los platos de la mesa. Como estaban recién preparados, la sopa caliente salpicó y le quemó directamente su delicada mano, al instante su piel se puso roja. De todas maneras, ella no sintió nada, lo miró sin comprender lo que estaba sucediendo y le preguntó: “¿Qué te pasa? ¿Por qué repentinamente actúas de esa manera? ¿Acaso te ofendí en algún momento?”   Con ojos llenos de un profundo disgusto replicó: “¡Deja de fingir! Sabes perfectamente lo que has hecho”   Ella preguntó inocentemente: “¿Qué... Qué es lo que hice?”   Frederick frunció el ceño, hizo una mueca y se burló lleno de sarcasmo: “Dijiste que fuiste a comprar comida, pero en realidad te reuniste con tu amante, ¿Eh? Sheryl, esta vez has hecho una buena jugada. ¡Te felicito!”
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