Adkik esperaba impaciente a la mujer que desde esa noche se convertiría en su primera Dama de Rojo. Milán no preparaba nada especial para él, sin embargo, él preparó una cabaña que pocas veces usaban, para el primer encuentro s****l con la mujer que no solo firmó un documento para eso, sino que se entregaría a él voluntariamente. Fueron contadas las veces en las que una mujer fue tomada por él de forma violenta. Y las pocas que recordaba esperaba olvidarlas cuando Milán borrara esas huellas.
Aunque se esforzó por no recordarlo, a su mente regresaron los recuerdos de las veces que su padre amarraba a las mujeres a la cama, las sillas o las colgaba de cuerdas, para que ellos se hicieran hombres contra ellas. De todos sus hermanos, Levka fue el único que le tuvo cariño al masoquismo con el q
