Estoy con mi madre y su sermón de la vida me tiene algo aburrido. Le permito que se exprese, se ha portado bien con mis amigos. Además, selló espíritus y se ve cansada. Ha sido un largo día con altas y muchas bajas. Reuben quedó afectado y no habla. Los chicos están preocupados y quieren volver a Cardiff. No le he comentado a Belli, no sé qué piensa hacer con lo del cuerpo de su mamá y si quiere volver. Ella no es de compartir y aunque me duele, la intento comprender. —Berwin, no estás escuchando nada —mamá se dio cuenta y viró los ojos para atrás. —Por supuesto mamá, soy todo oídos. —Justamente después de mentir, siento una punzada en el pecho y me inclino hacia adelante. —Berwin, ¿qué te sucede? —Mamá toca mi hombro y cierro los ojos con una mano en mi pecho, haciendo presión. Es Be