Capítulo 18

2189 Words
A pesar de que Sesshomaru ríe de algo mientras caminamos a la mesa yo solo puedo mantener la mirada en el hombre al lado de Kikyo que ahora me da una larga mirada, ese calor que siempre causa en mi aparece, pero frunzo el ceño al ver que mira a mi acompañante con malos ojos. Cuando llegamos a la mesa Kikyo sube y baja sus cejas de manera subjetiva mientras yo muerdo mi labio inferior. Jodida mierda, yo queriendo que Inuyasha desaparezca de mi radar por un tiempo y aparece, lo peor es que siento una leve molestia porque está con Kikyo, algo muy estúpido porque al final ella es su novia. —No sabía que tenías nuevo galán Kagome—habla Kikyo rompiendo el silencio que se estableció al llegar. No puedo evitar reír y negar. —Es un amigo—Sesshomaru ríe y mira a Inuyasha. —¿Recuerdas cuando dije que los gustos de mi hermano iban más a mujeres como tú?—pregunta y yo lo miro confusa—creo que tuve razón, ¿no es cierto Inuyasha?—pregunta Sesshomaru con una sonrisa—apuesto a que Kagome llama tu atención—la sonrisa de Kikyo cae un poco y abro los ojos alarmada. —Inuyasha es el novio de Kikyo—hablo rápido y Sesshomaru parece arrepentido. —Lo siento, no sabía, era una pequeña broma—dice mientras yo abro un espacio para que él se siente a mi lado. —Sí, no es graciosa—dice Kikyo tomando una cerveza. —¿Hermanos?—es todo lo que puedo preguntar dándole una larga mirada a ambos. Ya entiendo por qué Sesshomaru me parecía conocido, su parecido con Inuyasha es notorio. Ambos tienen esos increíbles ojos dorados que parecen brillar con malicia. —Hermanos—concede Sesshomaru inclinándose hasta mi oído—tienes razón, están más cerca nuestras mesas—sonrío porque cualquiera pensaría que Sesshomaru tiene interés en mi cuando en realidad soy una carnada para atrapar a la mujer que lo trae loquito. —Disimula—susurro y él me mira con una divertida sonrisa en los labios. —¿Así como tú disimulaste hace un rato?—pregunta alejándose—porque déjame decirte que eres terrible en eso—ruedo los ojos y Sango parece que tiene corazones en los ojos. Miro a Kikyo quien nos analiza con la mirada. —¿Pasa algo?—ella niega—por cierto, ¿Qué hacen ustedes aquí?—señalo a ella e Inuyasha. —Quedamos con unos amigos, por lo que vinimos y me encontré con Miroku. Es una gran sorpresa, hasta al fin pude conocer a mi cuñado—masculla Kikyo fingiendo una sonrisa para Sesshomaru—eso es encantador, las vueltas que da el mundo—tomo una cerveza que Miroku me tiende. La cara que tiene hace que Sango lo mire curiosa—¿Quién eres?—le pregunta Kikyo a Sango. —Soy amiga de Kagome, trabajamos juntas—Kikyo asiente mirándola, más bien evaluándola. Enarco una ceja hacia ella y cuando se da cuenta sonríe con gracia. —Él es Inuyasha, mi novio y yo soy Kikyo, un placer—Sango les sonríe con dulzura y mira a Miroku. —Igual—responde para mirar a Miroku—¿Bailamos?—él parece sorprendido de su propuesta, me da una mirada y niego para que vaya tranquilo. Le lanza una mirada a Inuyasha que solamente yo noto y los vemos alejarse. —¿Debería invitarla ahora?—susurra Sesshomaru en mi oído. —Espera un rato—susurro en respuesta. —Se llevan bien—la voz de Inuyasha me hace mirarlo. Sus ojos se posan sobre mi cuerpo y aunque Kikyo y Sesshomaru no se dan cuenta yo sí, el escaneo en su mirada y como me mira. Siento el leve calor recorrer mi cuerpo, pero me niego a sentir algo con Kikyo cerca, no tengo tanto descaro. ¿O sí? —Kagome es buena para algunas cosas—comenta Sesshomaru con picardía borrándole la sonrisa que su hermano tenia. Kikyo se ríe un poco mirándome, giro el rostro en otra dirección. —¿Cómo cuáles?—sigue Inuyasha y Sesshomaru se reclina hacia tras. —Cosas de nosotros—responde cortándole el tema a Inuyasha. Lamo mis labios y lo miro de reojo. Mis labios se abren cuando veo una figura acercarse a la mesa. Joder, ¿pero qué jodida broma es esta? Su pelo n***o, ojos negros y piel pálida con varios tatuajes en sus brazos. Es fuerte, el tipo de hombre que vuelve loca a una mujer por su físico peligroso. Miro alarmada a Kikyo mientras Naraku se acerca a nuestra mesa con una sonrisa de oreja a oreja. Kikyo al verlo se tensa un poco haciendo que Inuyasha ubique en su radar a Naraku. Naraku se detiene en nuestra mesa y mira a todos los presentes con una sonrisa y ojos divertidos. Lamo mis labios nerviosa mientras Kikyo me hace señas con los ojos, pero no tengo puta idea de qué hacer cuando se te juntan los dos hombres con lo que estás. —Vaya, vaya, pero mira a quienes tenemos aquí—habla sin perder la maldita sonrisa de los labios que me indican problemas. Trago en seco porque en lo personal Naraku nunca me ha gustado, estando con Kikyo era un jodido dolor de culo que parecía el perro de Kikyo, donde sea que estaba allí aparecía. A Kikyo le gustaba esa rutina, digamos que ellos eran un poco nada sanos. Él la engañaba, pero ella también a él, aun así, declaraban que se amaban y morían por el otro. Él le hacía escenas de celos fuerte, pero Kikyo las disfrutaba, ella lo motivaba a que lo haga. Naraku es un hombre que no sé qué diablos quiere, pero creo que él y Kikyo han creado una retorcida dependencia por el otro que nunca comprenderé, por eso cuando Kikyo me dijo que había terminado en definitiva con él me sentí muy feliz, pensé que estaba cerrando ese ciclo, claro que una vez más me equivoqué. No creo que Naraku traiga nada bueno para la vida de Kikyo, aunque suene un poco hipócrita, realmente quiero que mi mejor amiga sea feliz. En mi interior me daba miedo perderla, pero también que cuando Inuyasha le cuente toda la verdad ella vuelva a los brazos de Naraku de manera definitiva. Kikyo cambió cuando estaba de novia con él, no era la misma chica de sonrisa alegre y energética, era como si todo su mundo girara en torno a lo que Naraku hacía. Descuidó sus estudios, trabajo y me apartó por un tiempo de ella porque cada vez que mencionaba el nombre de Naraku se ponía como una loca a defenderlo. Ahora con Inuyasha está tranquila alejada de él, aunque lo engañe, Inuyasha también lo hace. El único problema es que es conmigo, con la persona en la que Kikyo mas confía. No vinimos a amargarnos ni culparnos Kag, dame un descanso Sé que Naraku viene a joderle la vida a Kikyo, es por eso que me levanto con una sonrisa y lo abrazo alzándome sobre mis pies para darle un beso en los labios que sé, dejará a todos en la mesa sorprendidos. Cuando me separo Naraku tiene los ojos muy abiertos y yo la sonrisa mas fingida, pero enorme. Tomo su mano y lo hago caminar alejándonos de la mesa. Camino rápido hasta acercarnos a los baños donde sin importarme quien esté lo adentro, una chica parece arreglar su maquillaje y ella palidece al vernos, pero creo que la mirada de endemoniada que traigo ahora la calla y la hace seguir en lo suyo. —¿Qué fue eso?—pregunta Naraku cuando suelto su mano y me alejo. —No quiero que jodas la relación de Kikyo, venias a eso ¿cierto?—él sonríe con burla porque sabe perfectamente que tengo la razón. —Ese tipo no es para Kikyo, solo creo que sería bueno decirle lo que su querida novia hace a sus espaldas ¿o no Kagome?—pregunta Naraku cruzando los brazos a la altura de su pecho—tú eres una hipócrita igual que ella, mira que ocultarle los cuernos al hombre, eso es caer bajo—me acerco con aire de amenazante a él. —Deja a Kikyo de una jodida vez en paz, ella está tranquila en su relación, vete con otra de las tantas mujeres que tienes y olvídate de ella. Ella merece seguir sin ti—él lame sus labios negando y vemos como la chica que se arreglaba el maquillaje sale huyendo. Cuando la chica sale mi espalda queda pegada a la pared por el empujón que Naraku me da. Él me enjaula con cada brazo a los lados de mi rostro y yo lo miro sin intimidarme, faltaría que haga mucho más para infringirme miedo, además, no le conviene. —No eres su jodida niñera, deja su encubrir a Kikyo, déjala vivir como ella quiera. Nunca me agradaste porque eres una maldita entrometida que parece no tener vida propia. Busca un hombre que te folle y deja de joder en la vida de las demás personas—le sonrío con arrogancia. —¿Qué pasa Naraku?—pregunto en un noto divertido—te noto algo nervioso y muy a la defensiva—de manera juguetona toco sus brazos haciendo que él se tense por completo—pensaste que el novio de Kikyo era algo menos que tú como siempre parece que ella los consigue, pero estas nervioso porque está mejor que tú en todos los jodidos aspectos, ¿cierto?—cuestiono sin perder la sonrisa. >> Hasta yo acepto que Inuyasha está increíblemente bueno, tienes mucha competencia porque parece que a Kikyo él realmente le encanta, te está quitando terreno—lo aparto de mi cuerpo y me alejo—ahora déjala en paz, porque haré un jodido escandalo para que quedes como el villano de la historia, no quieras poner en practica mi manejo de la actuación, te sorprendería descubrir que tan buena soy—Naraku tiene los labios apretados en una fina línea. —Eres una maldita zorra—masculla entre dientes—al fin te veo sin la máscara de niña buena que siempre traes—me encojo de hombros. —Cuando debo sacar las uñas, las saco más afiladas que nunca—aseguro. Aunque frente a Abi me vea débil, no dejaré que todo el mundo me vea de esa manera. Le mostraré a la Kagome que no le teme a nada. —Así que... me besaste, ¿se supone que soy tu novio?—niego de inmediato con una mueca de asco. —No, eres solo alguien con quien me divierto de vez en cuando—lo miro de arriba hacia abajo—no eres para nada el tipo de hombre que me gusta. Regresaremos, saludaras y te largarás—él sonríe mirándome. —Probemos que tan buena actriz eres—dice antes de a pasos gigantescos salir del baño haciéndome rápidamente caminar para alcanzarlo. Cuando salgo me doy cuenta de que la música del lugar está más alta y que Naraku camina rápido porque lo veo llegando a nuestra mesa. Suspiro y camino hasta detenerme al lado de él quien con una juguetona sonrisa envuelve su brazo en mi cintura tensándome por completo y haciéndome mirarlo, pero él no pierde la maldita sonrisa. —Mucho gusto, soy Naraku, amigo de Kagome—Kikyo ha perdido por completo la sonrisa y mis ojos la miran tratando de que entienda la situación, pero ella solo me lanza una mirada nada amable que me dan ganas de mandar todo al infierno y que Inuyasha descubra todo. Porque no es nada cómodo tener a Naraku cerca de mí. —Amigo de Kagome—murmura Sesshomaru con una ceja enarcada, miro a mi alrededor y veo a Miroku muy sonriente bailando con Sango, al menos él se divierte y eso me gusta. No quiero que esté atento a mi toda la noche sin disfrutar. —Sí, amigos—respondo y Naraku mira a Inuyasha. —Creo que te he visto en alguna parte—dice e Inuyasha niega mirándolo con seriedad. —Lo dudo—Naraku se encoje de hombros posando sus ojos en Kikyo. Él me suelta y se acerca a Kikyo besando su mejilla a modo de saludo. Mis ojos lo miran enviándole mil amenazas, pero Naraku se aleja para mirarla y tomándome por sorpresa pega su boca a la mía plantándome un beso que me hace querer alejarlo de inmediato, pero sería romper con la falsa de inmediato. Así que coloco mis manos en su pecho y le respondo el beso odiando cada segundo de él besándome. Cuando nos separamos Kikyo está de pie mirándome. —Kagome, acompáñame al baño por favor—asiento y me alejo de Naraku temiendo dejarlo solo en la mesa, pero Kikyo no me da un segundo porque me toma de la mano y me aleja. Joder, más problemas.
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