Aquí tienes el texto corregido con mejor fluidez y ajustes para realzar el drama entre los protagonistas:
Había pasado una semana desde nuestro "matrimonio". Dimitri estaba trabajando en su empresa, mientras Azad tenía clases de natación y arte. Con toda la tarde libre, trataba de distraerme cuando el teléfono de la casa sonó. Desde la garita informaban la llegada de Elyf, así que rápidamente autoricé su entrada.
—Kate —saludó Elyf, dejando un beso en mi mejilla—. Lamento llegar sin previo aviso.
—No te preocupes, siempre eres bienvenida. ¿Qué te trae por aquí?
—Hablé con mi primo esta mañana y me comentó que estabas sola en casa, seguramente aburrida. Así que vine a sacarte a tomar un café y almorzar.
—¡Claro! Me encantaría.
—Perfecto. Busca tu bolso, vamos ya.
Sonreí por su entusiasmo, tomé mi bolso y salimos junto con Badu hacia el centro comercial de la ciudad. Elyf me llevó de tienda en tienda, comprando vestidos y accesorios con una alegría contagiosa.
En una de las tiendas, mis ojos se fijaron en un hermoso vestido, pero al ver el precio, lo solté rápidamente.
—¿Dos mil dólares? —musité, horrorizada.
—¿Qué pasa? —preguntó Elyf, notando mi expresión.
—¡Es una locura! Es demasiado para lo que traigo.
—Por favor, puedes llevarlo. —Elyf tomó el vestido sin dudarlo—. Luego Dimitri me lo devuelve.
Intenté protestar, pero ella ya lo había entregado a la cajera. Salimos de la tienda y buscamos un restaurante para almorzar. Entre risas y charlas animadas, la tarde se nos fue volando.
De repente, su móvil sonó. Elyf leyó el mensaje y suspiró.
—Es mi papá. Al parecer adelantaron una junta en la empresa para esta tarde.
—¿Junta?
—Sí. Es por la época del año. —Me miró, entusiasmada—. ¿Quieres acompañarme?
—¿Yo?
—Claro. La empresa es liderada por mi primo, y sería bueno que conozcas lo que ahora te pertenece. —Sonrió con complicidad—. Al fin y al cabo, eres su esposa, Kate.
—No estoy segura de que sea buena idea...
—Tonterías. Vamos, es hora de que veas cómo es el negocio familiar.
Después de almorzar, insistí en pagar la cuenta, pero Elyf no me dejó. Subimos a la camioneta, y Badu nos llevó hasta el impresionante edificio de "Yilmaz & Asoc.".
Al entrar, una recepcionista nos entregó gafetes de visitante. Elyf me tomó de la mano y me guió hasta el piso principal. Allí, una secretaria rubia se levantó de su escritorio.
—Señorita Elyf, bienvenida.
—¿Dimitri está en su oficina?
—No, señorita. Está en una reunión con unos socios. ¿Quiere esperarlo?
—Por supuesto. Dos cafés, por favor.
Nos sentamos a esperar, pero no pasó mucho tiempo antes de que viéramos a Dimitri caminar hacia nosotros, acompañado de un grupo de hombres. Al verme, su mirada se suavizó y me dedicó una sonrisa cálida antes de acercarse.
—Cariño —susurró, dejando un casto beso en mis labios que me hizo contener el aliento—. ¿Qué haces aquí?
—Yo... estaba acompañando a Elyf.
—Estábamos de compras cuando papá llamó por la junta, así que quise que me acompañara para conocer la empresa —intervino Elyf con naturalidad.
Los hombres detrás de él carraspearon. Dimitri me rodeó la cintura con firmeza y se giró hacia ellos.
—Señores, les presento a mi esposa. —Levantó mi mano con orgullo—. Kate, ellos son nuestros nuevos socios, los señores Race.
—Un placer conocerla, señora Yilmaz —dijo uno de ellos, besando mi mano—. Dimitri, tu esposa es toda una belleza.
—Muchas gracias —murmuré, sintiendo cómo mis mejillas se encendían.
Al despedirse, Elyf no pudo contener una carcajada.
—¿De qué te ríes? —pregunté, confundida.
—De lo linda que te ves toda ruborizada.
Antes de que pudiera responder, la secretaria de Dimitri interrumpió.
—Señor Dimitri, ya los están esperando para la junta.
—Me adelanto —dijo Elyf, dejando un beso en mi mejilla—. Kate, espero que podamos repetir esta tarde pronto.
Dimitri me miró de reojo.
—¿Eso es todo lo que compraste? —Cuestionando la bolsa que sostenía en mis manos.
—Es lo único que podía pagar —respondí con sinceridad.
Él frunció el ceño.
—Eres mi esposa ahora. Puedes disponer de lo que necesites. —Se giró hacia su secretaria—. Susana, pide a nuestros asesor de finanzas que prepare unas chequeras y tarjetas de crédito para mi esposa.
—¡¿Qué?! —exclame —. Eso es demasiado Dimitri.
—Es lo mínimo. Lo mío es tuyo.Ademas eres quien lleva las cuentas, gastos de la casa y Azad así que lo necesitarás.
Intenté protestar, pero Dimitri dejó un beso en mi mejilla y desapareció en la sala de juntas.
Su secretaria me guió hasta su oficina y me pidió mi identificación personal mientras hacía lo que le había pedido hace un momento Dimitri.
Mientras esperaba, exploré su oficina, impresionada por su tamaño y lujo, hasta que una voz femenina me distrajo.
—Dimitri, si quieres podemos ir... —La mujer se detuvo al verme y me observó de arriba abajo—. Oh, lo siento. Pensé que estaba Dimitri. ¿Quién eres tú?
—¡Kate! —gritó Azad, corriendo hacia mí.
Lo abracé con cariño, ignorando a la desconocida, y sonreí mientras dejaba besos en su carita.
—Te extrañé mucho tiburoncin —Ríe —. ¿Qué tal tus clases hoy?
—¡Muy bien!
—Señorita Kate —Badu aparece —. Estaré en el lobby por si me necesitan.
—Gracias Badu.
Desaparece cerrando la puerta detrás de él, la chica me mira y suelta una risa que para nada me agrada.
—Ya entiendo. Seguro eres la niñera que Dimitri contrató para cuidar a su sobrino.
—Se equivoca señorita — Volví a colocar a Azad en el suelo y le mostré mis anillos con calma—. Soy la esposa de Dimitri.
—¿Qué? —Rápidamente tartamudeo —. ¿Esposa? ¿Dimitri se casó?
La puerta se abre entrando su secretaria.
—Señora Yilmaz, aquí tiene —Me entrega mi identificación —. Nuestro asesor de finanzas le hará saber cuándo puede venir a retirar sus chequeras y tarjetas.
—Muchas gracias.
—Señorita Cooper, ¿Le puedo ayudar en algo?
Ignora completamente a la chica y sale dando un portazo haciendo erizarme.
—¿Quién es ella? —Preguntó rápidamente.
—Es la señorita Luisa Cooper señora. Nuestra asesora comercial —Me da una sonrisa de boca cerrada —. Si me necesita, no dude en llamarme señora.
Asiento y se marcha dejándome completamente pensativa por la actitud de aquella mujer...