No huyas conejo

1234 Words
POV HELEN Después de una larga carrera pude encontrar un ciervo para Bruce, estoy sentada observando lo como se devora el ciervo. Después de un rato noto como a Bruce le salen cuernos de tanto comer, no me imagino como sería si se comiera dos. Escucho pasos de tras de mi, y se detienen por el tamaño se que es un lobo, muy grande, casi el doble del promedio. Me recuerda a ese sueño que tuve en el bosque en luna llena. Volteo para ver el lobo que se que está detrás de mi. Para mí sorpresa es un gran lobo plata, justo como el de mis sueños. Me quedo petrificada y solo lo observo, a diferencia de mis sueños no puede comunicarse conmigo, solo está allí sentado en sus patas traseras observando. - ¿Estoy soñando de nuevo? - digo en voz alta con esperanza de que me hable como en mis sueños. El gran lobo plata tiene una mirada confundida, claramente no sabe de lo que hablo. Quizás estoy confundida y todo esto está en mi imaginación. Ladea la cabeza y su lengua cae hacia un lado, claramente está contento por algo. Su cola se mueve de lado a lado y es una belleza verlo, normalmente los lobos que veo así de cerca no son nada amigables, lo contrario estamos en plena lucha y atacan sabiendo que su vida depende de ello. -¿Dónde está tu amigo? - Pregunto tratándome de acercar a el, está vez no me dan miedo estoy casi segura de que no quiere hacerme daño. Me quito una de las manoplas y me acerco para pasar mis dedos por su pelaje, es realmente hermoso. Brilla como la luna ante mis ojos. Se queda quieto ante mi tacto pero esta contento, su cola golpea fuertemente el suelo. No puedo durar mucho tiempo sin las manoplas, me alejo para colocarme de nuevo. Me excedí al correr con Bruce y claramente aún estaba muy cansada por lo de anoche. Colocándome las manopla pude mantenerme de pie, aunque la energía de vampiro ya está desapareciendo tengo la fuerza suficiente para seguir haciendo las actividades del día. Me volteo de nuevo a ver a Bruce ya ha terminado su comida y veo como pequeños cuernos salen detrás de su oreja. Solo le falta una nariz roja para que sea el disfraz perfecto. Detrás de mi puedo escuchar como huesos crujen y se que el gran lobo plateado se está cambiando, claramente está vez no estoy soñando. - ¿Estás bien? - escucho una voz roca, me paralizó al saber que es Félix quien está detrás de mi. Seguramente está desnudo así que me niego a voltear - Helen.. - Félix se acerca a mi pero yo intento alejarme, si Félix es ese lobo plateado no queda más dudas que el lobo de Calix sea igual. "Pueden ser ellos los de mi sueño" ¡NO! Eso quiere decir que ellos son mis compañeros. Pero porque no lo han dicho. Esto tiene que ser una locura. Si eso fuera cierto porque no me han reclamado como su compañera, claramente yo no podía hacerlo. Ni siquiera puedo comunicarme con mi loba. - estoy bien - me limito a decir, no quiero que se acerque. Escucho a Kiki llegar, seguramente tiene la ropa de Félix. - Es hora de irnos - dije sin mirar atrás y camine hacia la casa de la manada - Espera, ¿Como que soñar de nuevo? - grita Félix detrás de mi - No es nada - murmuré - No puede ser nada - - Espera.. - me llama de nuevo -¿De que color es tu loba? - pregunta con desespero - No lo sé - respondo volteando los ojos - No tengo conciencia recuerda - termino mi frase un poco frustrada - Alguien tuvo que verte en estos últimos años - dice mientras trata de tomar mi mano Lucho contra su agarre pero finalmente me toma por mi cintura y me atrae hacia su pecho. Trato de no tocarlo, si absorbo su energía será malo estando tan cerca de la luna llena. - Félix, por favor solo está vez hazme caso y aléjate de mi - le suplico - No me pidas eso, es la única cosa que ya no puedo hacer más - dice tratando de acercarse más y más a mí sin soltar mi cintura Coloco mis manos en su pecho tratando de alejarlo. aunque mi toque solo fueron unos segundos, fue suficiente para absorber mucha energía. Su energía es diferente no podía comparar con la energía obtenida a través de Bruce o un hombre lobo normal. Claramente ser un alfa supremo es otro nivel. Mis ojos se vuelven amarillos, puedo notar como un gruñido sale de mi pecho, el cansancio y todo el agotamiento se desvanece. Me siento tan bien en los brazos de Félix. Cómo si estuviéramos flotando en una nube. Su piel rosando la mía se siente un hormigueo exitante mucho mas fuerte que en otro momento y justo en medio de el éxtasis de sentir su piel escucho un gruñido desde el fondo de su pecho diciendo las únicas palabras que jamás pensé escuchar y a las cuáles le tenía miedo. - MIA MATE - Mi pecho se tensa y no puedo respirar, Félix me acerca más a el y ya no puedo evitar tocarlo. Me sobre cargo de energía y respirar se me dificulta más y más. Mis uñas crecen, lenta y dolorosamente se convierten en garras. - ¡SUELTALA! - puedo escuchar a Kiki - La sobrecargaras de energía. - - ¡Que se quite las manoplas entonces! - gruñe Félix - Ya no puede hacerlo, si lo hace se desmayará - murmura Bruce Ante la distracción de Félix, pude salir de sus brazos y corrí todo lo que pude correr en ese momento, sabía que estaba de tras de mi persiguiéndome pero tenía que escapar. Félix me alcanzó y chocamos contra un árbol. Llevo mis manos al pecho con el puño cerrado trato en lo posible de que Félix se alejé pero claramente va ser imposible. - no huyas consejo - susurro Félix muy seductoramente en mi oído. Suelto un pequeño gemido ante tal acto, fue un movimiento muy equivocado por que hizo que su lobo tomara el control. - ¡Oh, que bien hueles! - gruñó justo antes de sujetarme Félix me agarró antes de que pudiera hacer algo más, me empujó contra el árbol y sus ojos negros solo me transmiten una cosa. ¡IBA A MARCARME! - ¡DETENTE! - chille, pero el lobo de Félix tenía el control. No estaba preparada para nada de esto. Puedo liberarme un poco, y con el dolor de mi alma golpeó a Félix con mi rodilla en su ingle. Me suelta y golpeó su estómago fuertemente. Lo hace caer de rodillas. Y cae de lado ante el dolor sujetando sus parte en el suelo. - Cuida de él Bruce, que llegue bien a la casa de la manada. - le ordene a Bruce, le hice señas a Kiki para que se hiciera pequeña y redujo su tamaño lo suficiente para colocarla en el bolsillo de mi suéter. Corrí hacia la cabaña tome mi moto y salí en dirección al taller, necesito el tiempo y necesito descargar esta energía la mejor manera sería salir de aquí y ponerme a trabajar.
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