Ese mismo día al anochecer: Meridia y Axel habían llegado a la propiedad Wolfgang, luego de un largo día en donde la elfa sintió que fue mas matador que pasar horas limpiando. En el instante que ellos se bajaron del auto, el pelilargo pretendió llevar a Meridia hacia la cabaña, pero en ese mismo instante se encontraba su padre acompañado por Asher. Por lo visto ellos estaban esperando a Axel, razón por la cual, que el alfa mayor lo primero que hizo al ver a su hijo, fue acercarse para abrazarlo como forma de saludo, entre tanto la chica rubia se hizo a un lado para no molestar, y Asher disimuladamente estiró su mano para darle un saludo que Meridia correspondió, con el mismo disimulo que usó el otro joven. «¡Se ve demasiado hermosa!» piensa Asher viendo a Meridia tan arreglada. —Axel, v