«¿Y si me vuelvo rebelde para que me presten atención?... no, luego papá podría matarme, yo no soy tan importante… él me arrancaría la garganta si me vuelvo malvado. Mejor me conformo con lo que tengo, disfruto estar con mamá en vacaciones, así estoy bien» pensaba Asher cuando tenía doce años. Y así conforme pasaba el tiempo, los momentos más felices que él tenía, era cuando se iba con su madre a viajar en verano, acompañándola en su carrera de actriz, tiempo que Asher asumía que quizás Leticia se forzaba para estar con él, pero sea cual fuere la razón, el joven la disfrutaba. Sin embargo, cuando estaba en casa la historia era otra. En ese instante, Axel el cual ya tenía veinticuatro años, había desaparecido desde hace tres días, Asher quien en esa época tenía diecisiete, asumía que lo ha