Como un par de perros rabiosos Axel y su primo peleaban. Meridia se alejó porque lo que estaba presenciando era muy salvaje, ya que él pelilargo golpeaba de una forma brutal a Terry, el cual, por supuesto no se quedó atrás dando batalla, mientras que ninguno de los presentes intervenía, porque cuando una pelea entre alfas comenzaba, estaba prohibido interferir, sin importar cual fuera la razón que la había causado. Asher aprovechó la algarabía para ir disimuladamente por Meridia y sacarla de ahí, porque si no la veían, no le harían nada, todo gracias quizás al feroz espectáculo que estaba dando su hermano. —Vámonos… —dice Asher sujetando a Meridia por su brazo para sacarla de ese enorme y lujoso comedor. Por otra parte, en ese instante Axel no pensaba, como siempre había ocurrido, se dej