Cuando planee este viaje, hubo un detalle que se me paso por alto completamente, y es que Lu nunca había viajado en avión. Sin embargo, por ser su primera vez lo ha llevado bastante bien. En ningún momento tuvo miedo, aunque claro, en el despegue sintió ese vacío en el estómago que la preocupo un poco, pero luego la hizo reír haciendo que yo sienta que todo lo que estoy haciendo por ella vale mucho más que la pena. Esta niña me hace vivir momentos únicos, me devuelve esa alegría por las cosas simples de la vida y es que hasta este momento para mi viajar en avión era de lo más común, tanto que había veces que hasta me molestaba. En cambio, ella, lo disfruto al máximo y me hizo disfrutarlo a mí también.
En estos momentos la veo caminando de la mano con Mar mientras que vamos rumbo al tranví
