Al día siguiente: 19 de abril
El sonido del despertador retumba por la habitación, y antes de que siga sonando, lo apago ya que prácticamente estaba despierto desde hace una hora. Sinceramente no he podido dormir mucho, me la he pasado al pendiente de Mar con el miedo constante de que se volviera a descompensar en la noche. Tengo pánico de no llegar a encontrar una solución a tiempo, hoy me encuentro del lado de los familiares de mis pacientes y sufro al igual que los veo sufrir a ellos.
—Buenos días, amor— Escucho su voz haciendo que mis fantasmas se vayan lejos.
Volteo para mirarla y sonrió al verla viéndome de la manera más hermosa del mundo —Hola linda— La saludo y acaricio su cabello —¿Cómo te sientes?— Pregunto tratando de dejar al cardiólogo a un lado y solo ser su prometido.
