William — Bien, ya estamos aquí en la comisaría por tu culpa en primer lugar. Así que habla de una buena vez ¿quieres?— Estaba muy molesto y mi voz sonaba furiosa. Isabel había dejado su mirada altiva y ahora solo miraba hacia el piso, parecía que sus planes no estaban resultando como quería. — Isabel, no tengo tu tiempo. — Alfred es tu hijo William— Soltó sin más Yo enarqué una ceja, ¿cómo podía decir algo así tan naturalmente? muchos me decían que era una maldita frívola y yo estaba tan idiotizado por ella que no me daba cuenta. Haberse largado con Sergei fue el mejor favor que me pudo hacer. No pude evitar reír. — Carajo Isabel, no creí que fueras tan cínica.¿Qué hay de Sergei?¿Dónde está él?— Respondí con arrogancia. — Sergei está muerto. Murió hace dos meses, no era el esposo