Rachel entró al dormitorio de Valeria y no se sorprendió al verla desnuda en la cama. Le alegró que su amiga ya estuviera aceptando este nuevo nivel de confianza que había entre ellas. Rachel decidió “ponerse cómoda” y también se sacó la ropa. Lo hizo sin sensualidad ni prisas, se desnudó de la misma forma en que lo hubiera hecho en su propio cuarto. Valeria sonrió al verla sin nada puesto, y no hizo ningún comentario. Rachel, ya desnuda, se unió a su amiga en la cama. Frente a ellas estaba la gran pantalla de un televisor que mostraba a una mujer de unos cuarenta años, con anteojos, chupando una gruesa v***a. ―Qué raro vos mirando porno ―comentó Rachel. ―No es cualquier porno. Es Uvisex. Esta mujer es una doctora chupándole la v***a a uno de sus pacientes. ―¿Qué? ¿De verdad? ―Sí. En