CAPÍTULO DIECISÉIS
La policía estatal llegó al departamento de policía de Deton a las 11:05 de la mañana. DeMarco no había logrado aún entrar a la portátil de Edgar Lee, y éste todavía no había empezado a hab!ar —ni siquiera había solicitado un abogado. Con la llegada de los que Barnes llamaba "los estatales", el lugar pareció colapsar. Los equipos de noticias se encaramaban donde podían para conseguir la mejor posición, pero solo arrancaban una cadena de "sin comentarios” de la policía estatal, Barnes, y Kate. La sala principal de la estación se convirtió en un manicomio cuando la policía estatal comenzó a coordinar con oficiales como Foster y Barnes, mientras Kate y DeMarco les informaban de los progresos del caso.
Kate comenzó a sentir un dolor de cabeza detrás de sus ojos mientras el
