[Tristán] Después de comer un delicioso mole con pollo. Ximena y yo tomamos un tour por Taxco en bocho. Sí, Taxco, al tener las calles tan angostas los taxis son bichos, estos pequeños carritos que se pueden meter entre los callejones y llevarte a todas partes. Está vez, por unos $70 pesos, pudimos movernos por la ciudad sin problema, y llegar a puntos de ésta que caminando está más que imposible. Fuimos al teleférico y pudimos ver Taxco desde las alturas, para después irnos al Cristo Redentor, un Cristo que mide más de 5 metros y que básicamente corona la Ciudad desde lejos. Aquí, junto con ella, vi uno de los atardeceres más bonitos de mi vida, y mientras Ximena me abraza feliz, siento que poco a poco la voy recuperando, pero aún no la doy por sentada, un corazón roto no se repara de