XVI

1421 Words

Adriano. ­—jefe, nos están siguiendo—escuché a uno de mis hombres decir por el walkie-talkie mientras yo conducía.  La operación había sido un excito. Tengo conmigo en la furgoneta al infeliz que se ha quedado con mi dinero y rehusado a pagar lo que me debe. Es un novato de unos 40 años que al parecer se le ha olvidado tomar en cuenta que este mundo no es para todos. Pudimos sacarlo del casino sin que nadie se diera cuenta, o al menos eso creo. Pues nunca nadie notó su ausencia ni salió en busca de él. Este hombre al que le vendí unas armas le encantan los juegos de póker y toda la mierda que se apuesta en ese lugar. Es decir, tiene dinero para apostar pero no para pagarme? Se ha buscado la muerte el solito.  En aquel lugar no he podido llevar a cabo más que su secuestro, justo ahora va

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD