Abigail, que sentía la presión en el ambiente y la brusquedad con la que Max se había dirigido a su padre, no pudo evitar preguntarse qué fallaba en esa relación. La tensión entre ellos era palpable y se le aceleraba el corazón ante la posibilidad de que hubiera algo más profundo y oscuro oculto tras las palabras de Max. ¿Cómo era posible que un padre y un hijo se enfrentaran de esa manera? La inquietud se apoderó de ella y su instinto le decía que Max guardaba un secreto, algo posiblemente grave que lo atormentaba. Mientras revisaba su cartera en busca de algo que la ayudara a entender la situación, sus dedos encontraron la tarjeta del detective Castell. Una chispa de esperanza iluminó su mente; tal vez él podría ayudarla a desentrañar la verdad y encontrar una salida a ese laberinto de c