Horas más tarde Sol estaba como loca en su casa dando vueltas de un lado a otro mientras que Rosa intentaba tranquilizarla. –¡Tienes que calmarte cariño, Sasha estará bien! –Habló Rosa intentando calmarla, pero la chica estaba visiblemente angustiada. –¡¡No Rosa, Sasha no sería capaz de ilusionar a Estrella para después dejarla sola en un día tan importante, aunque esté enojado conmigo, yo sé que jamás lo haría!! –Contestó llevándose las manos a la cabeza. –¡¡Dios mío, ¿y si ese hombre que me ha amenazado le hizo algo a Sasha para vengarse de mí por haberle golpeado? –No pienses eso cariño, estoy segura de que él estará bien… La alarma del teléfono de Rosa empezó a sonar llamando la atención de las dos y Rosa se acercó a Sol llevando una mano a su rostro con cariño. –Tengo que irme a