–¡¡Sol!! – Exclamó Angela la compañera de Sol en la cafetería sobresaltando a la chica. –¡¡Ay, Dios!! – Exclamó Sol al darse cuenta de que estaba derramando el café fuera de la taza. –¿Nena dónde tienes la cabeza? – Preguntó Angela acercándose a ella con un paño para limpiar lo que había caído sobre la barra y Sol se llevó una mano a la cabeza con preocupación. – ¿Has podido dormir algo? –No Angie, la verdad es que no he podido dormir nada, lo siento estaré más atenta. – Contestó Sol apenada tirando la taza al fregadero. –¿Va todo bien nena? Sabes que si necesitas el día libre solo me lo tienes que decir. – Habló Angela con preocupación preparando otra taza para servir al cliente que estaba en una de las mesas mirándolas enojado porque estaban retrasando su desayuno. –¡No te preocupes