Trece minutos y doce segundos antes del incidente de Kenma
Kuroo no sabía de los sentimientos de su amigo hacia el (obviamente), pero tenía bien en claro lo que el sentía. Amor. Kuroo sentía amor y d***o.
Desde que vio su primer clase de sexualidad, entendió perfectamente que los hombres deberían querer, desear, y prácticamente asechar, a las mujeres. Recordó su inocencia, en el momento que pregunto frente a toda la clase si tenían que ser mujeres obligatoriamente.
-Miren chicos... - La maestra había separado a sus grupos por género, impidiendo saber de que se trataba la clase del género opuesto – Cuando crezcan, tendrán una linda novia... una a la que querrán abrazar, tomar de la mano, darle uno que otro besito – Kuroo repasaba la lista en su mente, pensando que el ya hacía todas esas cosas con alguien... y no era específicamente una chica - ¿Recuerdan la historia del nacimiento? ¿De cómo los bebitos como ustedes nacieron? – Toda la clase asintió – ¡Pues cuando quieran mucho a su novia, y se casen con ella, podrán tener bebitos!
Todos los niños de once años se miraron entre sí, y después de un tiempo de miradas incómodas, se burlaron de las palabras de su maestra.
- ¿Quién en su sano juicio va a querer casarse con una niñita?
- ¿Se siente bien maestra?
-Yo no quiero tener bebitos!
-Que tontería!
Toda la clase comenzó a gritar fuertemente, hasta que fue interrumpido por un alarido por parte de un pelinegro:
- ¡¿TIENE QUE SER UNA CHICA?!
Todo el mundo dejó de reír. La maestra de quinto grado cambió su expresión de molestia a... una cara increíblemente inexplicable. No mostraba asco, pero tampoco lo veía normal. Lástima, es lo que se leía en los ojos de la mujer de treinta años, que veía a lo que podía llegar (y llegó) a ser un chico homosexual.
- ¿Qué dijiste cariño?
- ¿Tiene que ser una chica...? – dijo Kuroo con un poco de vergüenza.
El capitán del equipo sonrió ante aquel recuerdo. En ese momento, si la maestra le hubiera dicho que "NO", muy probablemente no se habría dado cuenta de los sentimientos de Kenma a tiempo. ¿A tiempo para qué? Para planear como confesarse sin tener que confesarse. Su plan era simple; serían mejores amigos (Kuroo arruinaría su inocencia y lo obligaría a saber que es ser homosexual), lo haría entender las mejores bromas sucias gays (paso incrementado a medida de los años), lo alejaría de cualquier otra posible competencia, lo haría enamorarse de él, le daría "besitos" (porque así esta escrito en el cuaderno de Kuroo titulado "pasos para enamorar a un gatito"), le pediría matrimonio (y con suerte, Kenma aceptaría), adoptarían un lindo bebe (y si Kenma quiere unos diez más), tendrían nietos, tendrían bisnietos, el moriría y luego Kenma, y serían felices para siempre en donde sea que se fueran después de la muerte.
Esos eran los planes detallados uno por uno (en especial el de adoptar un "bebito", ya que Kuroo quería intentar lo aprendido en su clase y después, si no funcionaba (que no iba a funcionar), adoptar), en el cuadernito escondido en la repisa de arriba del mismo armario que miraba con tanto añoro.
Kuroo era un fundashi loco que tenía un pequeño gran (Y TOTALMENTE SALUDABLE) crush en Kenma.
Había terminado de seleccionar las imágenes de Pinterest que le mandaría a Kenma por los siguientes 5 años. Kuroo no tenía planeado dar el siguiente paso tan pronto, pese a que él ya tenía diecisiete, y cumpliría dieciocho pronto. Kenma era un grado menor que el... tendría que adivinar la carrera universitaria a la que Kenma planeara inscribirse, y así poder alejar a su posible competencia y asegurarse de que Kenma fuera totalmente suyo para siempre y por siempre (claro que si el no lo quería lo aceptaría, y después de intentar suicidarse y muy probablemente fallar, iría a la boda de el/la afortunado/a y se emborracharía, y besaría a Kenma, y golpearía a su pareja, y huiría como un cobarde a suicidarse de verdad). Ta vez sus planes fueran un tanto extremos, y tal vez exagerados, pero así lo escribió Kuroo a los catorce años, y no lo pensaba cambiar.
Sacó su celular, dispuesto a abrir las miles de notificaciones de sus r************* . No era mentira que Kuroo era bastante (BASTANTE) popular.
Tenía unos siete mil "me gustas" en su bandeja de entrada, de solo la foto que había publicado hace unas cuantas horas. Lo que le divertía mucho eran leer los comentarios: "HAY p**i" "Ser así de guapo no debería ser legal" "CÁSATE CONMIGO". Kuroo se imaginaba a Kenma siendo el remitente de esos mensajes... ¿Le daría risa, o se sentiría enamorado como cuando leía sus "muérete" y "te voy a bloquear"? Simplemente no se podía imaginar a Kenma escribiendo algo así (a menos que sea para el enano de Karasuno... el número diez).
Abrió chat de Kenma (al cual lo tenía guardado como "MI GATITO BELLO PRECIOSO ADORABLE AL QUE QUERRE Y AMARÉ SIEMPRE POR EL RESTO DE MI VIDA, QUE ES UN AMOR Y UN TSUNDERE... AY LO AMO"), y al ver que estaba en línea, su corazón dio un brinco.
"El solo esta conectado cuando esta hablando con Hinata de Karasuno... pero ese enano no esta en línea... significa que podría, o estar viendo alguna publicación de alguno de los influencers a los que sigue (cosa totalmente descartable, porque lleva mas de quince segundos conectado, y el solo se tarda unos tres segundo en leer completamente la publicación, además de que no puede estar viendo varias porque el esta al día con todas sus publicaciones, y todos los raritos a los que Kenma sigue publican cosas los Viernes, no los sábados...) o muy probablemente está releyendo alguna conversación que tuvo con alguien, porque Kenma nunca (Nunca) veía las publicaciones de alguien más que no sea Shoyou... Eso es posible debido a que Hinata esta desconectado... pero su última conversación la borro Kenma ayer porque no quería que la leyera, entonces no tiene ninguna conversación con el enano, por lo que debería significar que está definitivamente leyendo NUESTRA conversación" pensó. Si... Kuroo podía llegar a parecer un Stalker.
Kuroo busco rápidamente en la galería la carpeta "Pinterest", de la cual abrió "KENMA CHIKI BBY", de la cual abrió "FRASES COCHINITAS", y busco la que había guardado como "819". La mandó.
"Leído"
"Leído"
"Leído"
"Leído"
"Leído"
"Leído"
"Leído"
"Leído"
"Leído"
Kuroo iba a explotar de felicidad.
Kenma, como había predicho, había estado más de tres minutos y cuarenta y dos segundos viendo su conversación. Jamás le había encantado tanto un "Leído" por parte de Kenma (y recibía muchos)
Después de bombardearlo con mensajes, siendo el último "Me haces sonrojar", escucho un fuerte y claro grito por parte de la persona que más amaba en el mundo (Momento de silencio para los papas de Kuroo que deberían estar sufriendo un poquitito). Al escuchar como su vecino, declaraba abiertamente, que esos últimos dos años y ochenta y nueve días, no habían sido en vano. Si le afectaban los mensajes que le mandaba... Si le afectaba, y eso significa que le importaba lo suficiente... y si proviene de Kenma, para Kuroo es increíblemente fascinante el simple hecho de ser más que "su vecino".
En el presente: La señora Kuroo entrando en la habitación de su hijo
-Tetsuro...! Tetsuro hijo- Que m****a estás haciendo ahí niño?!
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