POV Jamie. Mi perspectiva. Oleander volvió con un sirviente que llevaba una bandeja con dos copas doradas, una incrustada con esmeraldas y la otra incrustada con zafiros. Oleander dejó la copa de esmeralda delante de mí y le entregó la de zafiro a Alto. Ya tenía otra copa de rubí de la que estaba bebiendo. El sirviente masculino permaneció de pie cerca sosteniendo la bandeja vacía. —¡Brindemos por la buena salud de Luna y de la Madre Georgianna! ¡Que dé a luz a herederos fuertes! —dijo Oleander. Sentí que mi cuerpo se tensaba. Dejé la copa de esmeralda allí mientras Alto y Oleander chocaban copas y luego bebían ávidamente, la cerveza les cosquilleaba las barbas. Alto terminó primero. Oleander se rió, escupiendo en la suya, pero pronto terminó. —¡De nuevo te he vencido! —tronó Alto.